Gregory Peck, el periodista que enamoró a la princesa

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/ 10 junio 2013

Hay un papel por el que 10 años después de su muerte se recuerda a Gregory Peck es el del periodista que enamora a la princesa Hepburn en "Roman Holiday".

Madrid, España.- Gregory Eldred Peck, hijo de padres divorciados, pasó parte de su infancia con su abuela y de aquella época recordaba que cada fin de semana ella le llevaba al cine, lo que, sin duda, influyó en su decisión de dejar la carrera de Medicina en la Universidad de Berkeley (California) para trasladarse a estudiar interpretación a Nueva York.

Así, Gregory Peck comenzó una larga y fructífera carrera en el mundo de la actuación que le llevó a convertirse, junto con James Stewart, en el modelo moral de toda una generación de americanos. Con su muerte, hace ahora diez años, Hollywood perdió a una figura que representaba la honradez tanto dentro como fuera de la pantalla.

De gran atractivo físico, con una cautivadora voz profunda y desde sus imponentes casi dos metros de altura, Gregory Peck encarnó casi siempre a personajes nobles, dispuestos a luchar contra las injusticias, como Atticus Finch en "To Kill a Monckignbird", o valientes y con capacidad de liderazgo, como el capitán Ahab en "Moby Dick".

Peck consideraba que interpretar al "chico bueno" suponía un desafío mayor que el malo, porque "es más difícil hacerlo interesante". Pero Alfred Hitchcock sacó su lado más atormentado en "Spellbound" (1945); King Vidor realzó su perfil más sexy e impulsivo en el western "Duel in the Sun" (1946) y se puso en el piel del más malo dando vida al siniestro doctor Josef Mengele en "The Boys from Brazil" (1978).

Nacido en La Jolla (California) el 5 de abril 1916, Gregory Peck colgó los libros y en la primavera de 1939 tomó un tren hacia Nueva York para estudiar interpretación en la Neighborhood Playhouse y se estrenó en el teatro con "The Morning Start" (1942).

En 1944 dio el salto al cine con "Days of Glory" (1944) y ese mismo año logró su primera nominación al Oscar gracias a "The Keys of the Kingdom", en la que interpretaba a un joven sacerdote católico en China.

Con una larguísima lista de películas a sus espaldas, desde comedias a westerns, bélicas o románticas, una de las que mejor  permanecen en el recuerdo es "Roman Holidays" (1953), una deliciosa comedia romántica.

EL PERIODISTA Y LA PRINCESA

El público recuerda aún hoy a Peck como el galante, divertido y encantador periodista Joe Bradley, que enamoró a la princesa Anna (Audrey Hepburn) durante unas vacaciones con Roma como telón de fondo.

En "Roman Holiday" la pareja cocinó una acertada química que cautivaba en la pantalla y que se hacía aún más romántica con la  idea de rodarla en exteriores reales en una de las ciudades más bellas del mundo. 

El helado en la plaza España, la divertida escena en la Boca de la Verdad, la verbena nocturna a los pies de Castell Sant'Angelo, o el alocado paseo en Vespa, jalonaron el inicio del amor entre la princesa escapada por un día del rígido protocolo y el periodista ávido de una suculenta exclusiva.

La película supuso el lanzamiento de Audrey Hepburn, que impuso unestilo que aún hoy resulta moderno. Y confirmó la imagen de honestidad y buen hacer del actor, que representó con sutileza y gracia al perfecto caballero.

Aunque un caballero que empieza con ademanes de caradura, eso sí, encantador, pero que pierde sus pocas dotes de estafador al caer hechizado por el encanto, candor y espontaneidad de Hepburn en el papel de princesa y por el que ganaría el Oscar.

Pero "Roman Holiday" también le dio a Peck un regalo inesperado. El actor estaba en aquel momento afectado por la separación de su esposa Greta Kukkonen, pero en su viaje hacia Roma conoció a la periodista francesa Veronique Passani, quien le hizo una entrevista para el diario France Soir y entre ellos surgió el amor. Ambos se casaron en la Noche Vieja de 1955, y pasaron juntos el resto de su vida.

EL MEJOR PECK

Gregory Peck tendría que esperar aún años para hacerse con el Oscar que, después de haber sido nominado por "The Keys of the Kingdon" (1946), "The Yearling" (1946), "Gentelmans Agreement (1947) y "Twelve O'Clock High" (1949), finalmente le llegó con "To Kill a Mockingbird" (1962), basada en la novela del mismo nombre de Harper Lee y que le dio a su autora el premio Pulitzer.

Un libro que el actor leyó de una sentada para dar un sí entusiasmado a interpretar a Atticus Finch, que calificó como el papel de su vida. 

Peck derrochó fuerza y convicción en el papel de Finch, gracias a su identificación con el personaje, un abogado que defiende a un negro acusado de violar a una mujer blanca en un pequeño pueblo de Estados Unidos en plena época de la segregación racial, y que fue elegido en 2003 por el American Flim Institute como el mayor héroe de la pantalla de todos los tiempos.

"Puse en él todo lo que tengo, todos mis sentimientos y todo lo que he aprendido en 46 años de vida, sobre la vida familiar, sobre padres e hijos. Y mis sentimientos sobre la justicia racial, la desigualdad y la oportunidad", dijo sobre su actuación.

COMPROMISO SOCIAL Y POLITICO

Porque además Peck fue una persona comprometida social y políticamente, lo que le llevó a participar en numerosas actividades con fines sociales, recaudar fondos en la lucha contra el sida o presidir la Sociedad Americana del Cáncer. 

Toda esta actividad le fue reconocida en 1968 con el premio Jean Hersholt de la Academia de cine de Hollywood a la mejor labor humanitaria, que recibió en una ceremonia durante la que aseguró que no era un "santurrón". "Simplemente, tomo parte en las actividades en las que creo". 

Reconocido demócrata, participó en protestas contra la guerra de Vietnam, las armas nucleares, en favor de los trabajadores o por los derechos civiles y políticos y como presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas pospuso la ceremonia de los Oscar tras el asesinato de Martin Luther King en 1968.

Su nombre fue incluso mencionado como posible candidato demócrata a la presidencia estadounidense cuando el entonces actor Ronald Reagan comenzó su carrera política, pero Peck nunca siguió sus pasos. 

A mediados de los setenta, y tras algunos tropiezos cinematográficos, pensó en retirarse pero en 1976 regresó a la gran pantalla en "The Omen". Años después haría un cameo en la versión que de "Cape Fear" hizo Martín Scorsese en 1991 y cuya historia original protagonizó en 1962 a las órdenes J. Lee Thompson.

Nada interesado por las propuestas artísticas que seguía recibiendo, Peck declaró en sucesivas ocasiones que prefería dedicar su tiempo a sus hijos y nietos, en lugar de hacer "rellenos" para el cine. 

Gregory Peck murió, a los 87 años, como había vivido, apaciblemente, y lo hizo en silencio mientras dormía junto a su esposa. Durante su funeral se pasó un vídeo de una charla que había dado años antes en la que aseguró que quería ser recordado como un buen marido, padre y abuelo pero, sobre todo, como "un buen contador de historias".

DESTACADOS:

-- De gran atractivo físico y con unos imponentes casi dos metros de altura, Gregory Peck encarnó casi siempre a personajes nobles, dispuestos a luchar contra las injusticias.

-- El público recuerda sobre todo al actor como el galante y encantador periodista Joe Bradley, que enamoró a la princesa Anna durante unas vacaciones con Roma como telón de fondo.

-- Después de cuatro nominaciones, logró el Oscar en 1962 por "To Kill a Mockingbird".

-- Pero más allá del cine, Gregory Peck fue una persona comprometida social y políticamente.

Por Carmen Rodríguez/EFE-Reportajes

Agencia de noticias internacional fundada en Burgos el 3 de enero de 1939. El entonces ministro del Interior, Ramón Serrano Suñer, impulsó la creación de la agencia, en la que participaron activamente: José Antonio Jiménez Arnau, Manuel Aznar Zubigaray y Vicente Gállego.

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