El misterio de Natalie Wood
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Su hermosura la convirtió en objeto del deseo para miles. Su abrupta muerte el 29 de noviembre de 1981 permanece sin resolver: ¿accidente, crimen o suicidio? Sólo el mar sabe la verdad.
México.- Natalie Wood (nacida Natasha Grudin, hija de inmigrantes rusos en 1938) debutó, empujada por su madre, a los cinco años en El fantasma y la señora Muir. Desde entonces trabajó sin parar: a ésta siguieron Milagro en la calle 34, Centauros del desierto -con John Wayne- y Rebelde sin causa (como pareja de James Dean). En 1957 se casó con Robert Wagner y su boda causó furor: noticias sobre la pareja aparecían en todos los semanarios dedicados a la farándula. Cuando Natalie conoció a Warren Beatty en el set de Esplendor en la hierba, la catástrofe no estaba lejos; Elia Kazan aprovechó hasta la última gota la atracción entre ambos, sin tomar en cuenta la humillación sexual pública de Wagner. El matrimonio se colapsó, para shock de los fans; el cuento de hadas terminaba en escándalo: la virginal María de West Side Story dejaba a su esposo por otro, de la noche a la mañana.
A mediados de los sesenta Natalie se convirtió en estrella consumada tras romper con Beatty (que la dejó por la sublime Julie Christie). Era habitual verla, de última moda, radiante de carisma, en fiestas de Beverly Hills. Aunque también pasaba horas en psicoanálisis, argumentando que por trabajar desde pequeña no tenía idea de quién era ella misma. En un impulso se casó con Richard Gregson en 1969 y al cabo de diez meses, con su hija Natasha recién nacida (hoy actriz por mérito propio), se divorció.
El 16 de julio de 1972, Natalie y Wagner se volvieron a casar a bordo de un yate, yendo a pasar su segunda luna de miel a Catalina. En marzo de 1974, Natalie dio a luz a la hija de ambos, Courtney. Fue en esa época que adquirieron un yate al que bautizaron Splendour (aunque negaron que fuera referencia a la película que los separó) y vivían con relativa felicidad: Natalie hacía películas, mientras su marido protagonizaba la serie Hart to Hart, aventuras de un milloneta detective y su esposa. El último fin de semana de noviembre de 1981, después de acción de gracias, los Wagner salieron en el yate, llevando a Christopher Walken, compañero de Natalie en Brainstorm. Según testigos (incluyendo el propio capitán del yate), todo estuvo bien durante el sábado 28 de noviembre, hasta la hora de cenar: entonces Natalie, su marido y Walken (que iba solo), bebieron de más y discutieron por horas. Después de medianoche, Natalie -según afirmaron Wagner y Walken en sus declaraciones- se retiró a descansar. Después de la una de la mañana, su marido encontró vacío su camarote. Solicitaron ayuda a la guardia costera y se inició una búsqueda, aunque fue horas después que apareció el cuerpo de la mujer, en mar abierto.
El impacto de la noticia fue bestial. De inmediato la leyenda negra dio inicio: según muchos, Wagner estaba celoso porque Natalie podía tener un affair con Christopher. Natalie estaba ebria y trató de escabullirse de la discusión, a bordo del bote salvavidas, pero le fallaron los cálculos y cayó al mar (otra teoría considerada plausible). Algunos más -entre ellosun juez, años más tarde, para consternación y furia de sus hijas, entonces ya adultas- llegaron a sugerir que, en un arrebato, Natalie pudo suicidarse. El 2 de diciembre tuvo lugar su funeral en el cementerio Westwood, como evento multitudinario: grandes figuras se reunieron para despedirla. Wagner asumió su viudez por años (hasta 1991 volvió a casarse, con Jill St. John). Ni él ni Walken han hablado nunca de lo ocurrido y el misterio no fue resuelto, por lo que aún hoy Natalie Wood no sólo es emblema de una época de gloria que no volverá a las pantallas, también de la incertidumbre sobre lo que puede haber detrás, cuando una estrella repentinamente se apaga.