En ‘Tiempos Futuros’ Víctor Checa imagina un futuro donde las nubes se rehúsan a llover
El cineasta peruano combina el pasado olvidado y el presente obviado alrededor de una historia de padre e hijo, que entre la tensión por la construcción de una máquina de vital importancia y la necesidad de crecer
El padre de Teo está convencido que su máquina cambiará al mundo. En una ciudad donde las nubes cargadas amenazan todo el tiempo con dejar caer su contenido, pero nunca lo hacen, él trabaja día y noche con el niño para que su sueño sea una realidad. Pero Teo está creciendo, y la máquina no parece ceder.
“Tiempos futuros” es una película del cineasta peruano Víctor Checa, que toma referencias del presente que vivimos, su natal Lima, su relación con su padre y hasta la pandemia en que fue grabada, para crear una historia íntima, tensa y retrofuturista a través de los ojos de un niño de diez años.
En entrevista con VANGUARDIA, el director compartió que esta producción, a la vez homenaje a su propio padre, quien falleció poco después de terminar las grabaciones, partió de una obsesión que su progenitor tuvo con recrear la máquina de un inventor peruano.
“Con Víctor, el guionista, empezamos a trabajar alrededor de su historia, el vínculo de mi padre con esa máquina, lo que me generaba verlo trabajar en ella, porque sentía que nunca iba a funcionar y sin embargo había algo que lo mantenía obsesionado y bastante intrigado por la posibilidad de que esa máquina funcionara”, recordó.
Tras su muerte el filme pasó de ser solo inspirada en, a un homenaje a su memoria, pero algo más sucedió: “Dentro de ese duelo la película se liberó de una carga que traía, porque al estar vivo mi padre había mucho de eso, que yo quería que él viera, si la máquina funcionaba o no”.
“La máquina al principio era un héroe y en este nuevo montaje se convierte en un antihéroe, y es una película mucho más pequeña, mucho más tensa, pero también siento que es más acorde a lo que estábamos viviendo, sin dejar de lado la idea original y contando con lo que vivíamos, la pandemia”, agregó.
La relación de Teo con su padre es crucial. Al respecto Checa comentó que buscaron desarrollarla con contradicciones, donde los roles se llegan a invertir —el hombre adulto termina siendo el soñador y el menor el realista, por ejemplo— y el conflicto se mantiene latente, con un tono lacónico que permea a toda la obra.
“Es un presente que no queremos ver o que no estamos dispuestos a aceptar y creo que mucho de eso tiene la película”, señaló sobre el ambiente retrofuturista que manejaron, “la película ocurre en una ciudad, donde yo crecí, que es Lima, que tiene una particularidad y es que no llueve nunca. Hay una idea de que es una ciudad muy triste, incluso en Moby Dick lo dicen, porque es la ciudad sin lágrimas. Hay algo muy particular en esa sensación, de que algo va a ocurrir y no ocurre, porque hay mucha humedad, entonces el cielo está cargado todo el tiempo pero nunca llueve”.
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Así, con sutileza, los elementos escenográficos, y sobre todo de sonido, revelan la realidad de ese Perú alterno, entre calles vacías y voces autoritarias que suenan a lo lejos a través de megáfonos, así como bandas criminales juveniles que utilizan tecnologías avanzadas para crímenes con los que apenas soñamos.
“Tiempos futuros” se estrena en México el próximo 25 de enero.
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