‘Enrique Metinides embelleció la muerte’, Pedro Valtierra habla sobre el fotoperiodista mexicano
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En entrevista con VANGUARDIA, el director de la agencia Cuartoscuro compartió algunos comentarios respecto a la obra y carácter del fotógrafo, quien falleció esta semana
Este martes murió Enrique Metinides. Su lente cambió la perspectiva en la nota roja. La cobertura policiaca se convirtió en sus fotografías en algo más humano, artístico, incluso, dirían algunos.
Nació en Ciudad de México, el 12 de febrero de 1934, y nueve años después ya había tomado la cámara. Por eso le apodaron “El niño”, por lo joven que era cuando ya andaba retratando las escenas de la tragedia en la capital mexicana.
“Era un fotógrafo que llamaba la atención en su manera de trabajar, su seriedad, y era obligatorio ver su trabajo al día siguiente. Una de las cosas que se hace en el periodismo es que tienes que ver a los periódicos de la competencia, para ver qué se te fue, qué te ganaron. Nosotros así le hacíamos y una de las cosas que me llamaban la atención eran las fotos de Enrique”, contó para VANGUARDIA el también fotoperiodista Pedro Valtierra, quien coincidió con él en la cobertura policiaca a finales de los 70’s.
enrique metinides 🤍🤍⭐️ pic.twitter.com/v63ERnNu9j
— adriana (@adrianakong) May 10, 2022
“Era un fotógrafo que estaba en medio del dolor y la manera en que sacaba sus fotos era mucho más seria, mucho más bonitas, que como se ha dicho últimamente las humanizaba un poco más. No era el muerto directamente, hacía menos fuerte la muerte”, agregó.
Valtierra asegura que Metinides fue fan del cine gangsters en su adolescencia y juventud, y que es probable que eso también lo marcara para dedicarse al periodismo. Y aunque no hablaron sobre el oficio mismo mientras ejercían juntos, años después si llegó a platicarle su perspectiva sobre lo que actualmente se hace en el ramo.
“Nos encontramos dos o tres veces y platicamos de la vida, de la fotografía, de cómo veía él ahora la fotografía y no le gustaba mucho lo que se estaba haciendo ahora en la fotografía de la policía. Decía ‘puros muertos’, ya no buscaban la parte, digamos, amable, humana, de estas cosas”, comentó.
El director de la agencia y revista Cuartoscuro recordó cómo en aquella época se citaban en la Cruz Roja para salir de ahí, en ambulancia junto al equipo de respuesta, rumbo al hecho al que le darían cobertura.
“En ocasiones nos tocó traer heridos, viajar con los heridos en la misma ambulancia. Ahí conocí a Metinides”, dijo, “era muy cuidadoso. Los jóvenes en aquellos momentos llegábamos con ganas de retratar todo. Esos son los errores que uno comete cuando es muy joven, no te percatas de los detalles. Él, con la experiencia, buscaba siempre detalles del accidente que rescatar, detalles qué retratar, para hacer más humana la violencia, la muerte, el dolor. Humanizar el dolor, creo que esa es la palabra”.
“Entonces si era un colgado no lo sacaba con la lengua de fuera. Lo presentaba, digamos, aunque se oiga mal, estéticamente bello. Embelleció la muerte Enrique Metinides, y la prueba es que ahora es un gran fotógrafo de culto. En otras parte de Europa, sobre todo, es un fotógrafo admirado por su manera de ver”, continuó.
Además de su don y de la maestría técnica sobre la cámara y en especial de la luz, en una época donde los flash eran muy intensos y sin opción para controlarlo, Valtierra considera que también su mirada y su trabajo se debía a la paciencia y el tiempo que le dedicaba a cada hecho.
“Enrique llegaba a un evento y me dijo ‘un día hubo ocho muertos en una casa. Lo primero que hago es tomar una foto de la puerta, luego me meto y reviso, con cuidado cómo está la escena’, era como un investigador y después de ese proceso de ver hacía las fotos. Porque tenía tiempo, hoy llegas y te dan un minuto para retratar. El tenía tiempo y me dijo que se tardó dos horas en esa casa y tomó 19 fotos. Esto me lo contó muchos años después, en medio un té porque él no tomaba ni café ni alcohol, en eso se resume cómo veía Metinides”, mencionó.
Y aunque su legado —que quedó en manos de su familia, quienes buscan conservarlo de alguna manera a través de alguna fundación o museo— es reconocido en especial fuera del país, Valtierra considera que entre las nuevas generaciones de fotoperiodistas falta la cultura de apreciación por el talento mexicano.
“Creo que leen más a los extranjeros que no tienen nada que ver con lo nuestro, lamentablemente. Los maestros están enamorados de la fotografía extranjera pero no de la mexicana. En México tenemos una gran cantidad de fotógrafos maravillosos y creo que los jóvenes lamentablemente no están muy avezados. No todos, pero también tiene que ver la colonización, y te enseñan que los mejores han sido los franceses y los jóvenes lo siguen creyendo”, concluyó.