Horacio García Rosas y Dionisio Cortés viajan entre el tiempo y las formas en nueva exposición en Saltillo

Horacio García Rosas ha dedicado tiempo al tiempo. ¿Cómo se estudia un fenómeno tan incomprensible para el ser humano como este? Para el artista saltillense la abstracción y el movimiento son algunos de los elementos que permiten, como mínimo, un atisbo a su existencial naturaleza.

En la exposición “El descubrimiento del tiempo” que se inauguró el pasado viernes en el Centro Cultural Casa Purcell, García Rosas utiliza piezas intervenidas, collages, ensambles y esculturas como un medio a través del cual explora el paso del tiempo, entre otros cuestionamientos al mismo.

El espacio se comparte con el artista saltillense radicado en Nueva York Dionisio Cortés, quien presenta un par de piezas más y también apoya como curador de la muestra. Ambos se reunieron con el público asistente una hora antes de la inauguración para el conversatorio “Morfología de la Abstracción”, donde pudieron conversar sobre sus procesos, intereses y el estado actual del arte, incluido el controversial uso de los modelos de inteligencia artificial generativa en la creación.

“Esto es un trabajo de técnicas mixtas, con materiales que voy recopilando”, comentó el artista durante el recorrido por la muestra, integrada por cerca de 40 piezas, de una serie que consta de más de 100. Muchos de los materiales que las conforman son viejos en sí mismos, o han sido testigos del paso del tiempo.

García Rosas compartió que esta exploración surgió de su acercamiento a la paleontología y, específicamente, al estudio de la era prehistórica donde existió el Mar de Tetis, un cuerpo de agua que cubrió buena parte del actual continente americano y que sumergió el territorio coahuilense.

Pensando en esta génesis no es extraño encontrar maquetas de veleros y barcos por las salas de la galería, aunque destacan los cuadros intervenidos con objetos que llevan las formas abstractas —presentes a su vez en pinturas más convencionales y muy expresivas— a la tridimensión, se salen del marco y se dirigen con sus extremos puntiagudos hacia el espectador.

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Por otro lado, las obras de Cortés encuentran la abstracción en lo cotidiano. Aglomeraciones de objetos que aluden a una realidad sin representarla tal cual, en composiciones de gran formato que hipnotizan al ojo.