Este viernes Coahuila amaneció con la noticia del fallecimiento del artista Eloy Cerecero a los 93 años. Instituciones como la Universidad Autónoma de Coahuila, de la que formó parte, el Instituto Municipal de Cultura y la Secretaría de Cultura del Estado expresaron sus condolencias a la familia Cerecero durante la mañana.
Otros grupos, empresas y miembros de la comunidad cultural y artística se sumaron a lo largo de la jornada, incluida la Taberna el Cerdo de Babel, que actualmente alberga la obra de su hijo, Alejandro Cerecero, y el Centro Cultural Vito Alessio Robles, que resguarda parte de su obra y donde se expuso a finales del 2022 la retrospectiva “Bitácora de juicios”.
En VANGUARDIA conversamos con algunas de estos artistas, creadores, investigadores y gestores, que reconocen la memoria y legado del artista.
“Don Eloy Cerecero ha tenido una de las trayectorias más interesantes y sorprendentes en la historia de la plástica coahuilense. Su aportación a ésta es la maestría con que edificó y comunicó su expresión en la cual cuestionó, pero también admiró el papel del hombre en la sociedad. De formación autodidacta, don Eloy nos dio asombro y reflexión a través de su obra. Uno de nuestros grandes artistas, entrañable ser humano, maestro generoso y humanista inigualable se ha ido, pero en su obra, el maestro Cerecero no sólo nos deja sus colores o sus ideas; en sus lienzos nos deja su pulso; él late en cada uno de sus cuadros, ahí nos espera: en su expresión más pura y auténtica, en su celebración de la vida”.
Claudia Berrueto, poeta y directora de la Corresponsalía del Seminario de Cultura Mexicana.
“Su legado no es sólo su amplísima obra pictórica, también nos legó un ejemplo único de vida y familia, de disciplina en su diario quehacer de artista; su buen carácter, su sonrisa interminable, su don de gentes. Eloy Cerecero es un grande de la plástica coahuilense. Al Vito Alessio Robles le cabe el honor de haber colgado en sus muros la obra más reciente de don Eloy, gracias al apoyo de las secretarías de Educación y Cultura del Estado”.
Esperanza Dávila Sota, directora del Centro Cultural Vito Alessio Robles.
“El muralista Eloy Cerecero ingresa hoy al reino de los inmortales. Nos quedamos con sus historias, con su generosidad y su sencillez al compartir; con sus composiciones de personajes monumentales, centralizadas por expresivas líneas y una paleta reducida que intensifica la fuerza de su lenguaje pictórico. Reconocemos en su obra el amor por el pueblo de México, así como el sufrimiento de su gente. Como heredero y continuador de la tercera fase del muralismo mexicano, su legado perdura, sin duda, en una tradición de exaltación figurativa que dejó una profunda huella en la creación gráfica y pictórica del siglo XX, continuando su influencia en la escena artística de Saltillo”
Ana Isabel Pérez-Gavilán, investigadora del arte.
“Fue un artista muy querido y con una presencia muy fuerte en nuestra ciudad, en nuestro estado y en el país. Es un ejemplo para muchos, siempre estaba haciendo algo con su arte, es un ejemplo de perseverancia y de constancia, de lo que le gustaba hacer. La reflexión que yo saco de esto y que me gusta enseñarle a mis alumnos es que la creatividad y la imaginación no envejecen, se van fortaleciendo. Hacen que uno rejuvenezca; la observación del entorno en el arte que ejerces. Su imaginación no envejeció, estuvo madura siempre”.
Eliézer Jáuregui, músico, escritor y gestor cultural.
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