‘Todos somos Marcos’: Un amor dividido por los ideales

Cuando Vicente Leñero tuvo oportunidad de entrevistar al subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, para la revista Proceso en 1994, a la pregunta de ¿quién es Marcos?, el guerrillero en su anonimato le aseguró que, tanto el nombre como el pasamontañas, eran un símbolo y que, en esencia, “Todos somos Marcos”.

Esta declaración lo llevó a publicar un año después la obra del mismo nombre, que más que hablar de política, se centra en cómo las ideologías encontradas pueden llevar a la ruina una relación. A casi treinta años de ese suceso el país sigue polarizado, entre chairos y fachos, provida y proaborto, izquierda y derecha, taurinos y antitaurinos, militaristas y pacifistas y el texto permanece vigente.

Ahora, como la puesta en escena debutante de la compañía teatral Los Amantes, y bajo la dirección de Jesús Cervantes, quien también se estrena en este rol, llegará por tres fines de semana al Centro Cultural La Besana, a partir del sábado 27 de agosto.

“Me dio COVID en diciembre del año pasado, y en esos catorce días de encierro me agarré a leer teatro, pensando en que ya quería dirigir este año. Aunque me dedico más a la cuestión de las palabras me gustan mucho los números y hace diez años debuté como actor y ya venía masticando esta idea de dirigir pero vino lo del doctorado y vi que era el momento”, comentó el director en entrevista con VANGUARDIA.

“Cuando di con este texto pensé que lo escribió en 95 [...] Me atrapó desde la primera página y conforme lo leía me di cuenta que esto es super vigente. Porque sí habla de un contexto zapatista, pero finalmente habla de la separación amorosa a partir de las diferencias ideológicas en un país que estaba polarizado, y si hay un momento desde el 95 en que el país está polarizado es este”, agregó.

El grupo teatral tiene como objetivo explorar el amor a través del teatro. Cervantes, como uno de sus fundadores, ha investigado al respecto desde la psicología temas como las relaciones erotico-amorosas de las personas con discapacidad visual; con este texto inician ese camino a partir de la historia de una pareja que, aunque coinciden en sus ideales en algún momento, el tiempo los hace crecer hacia extremos diferentes.

“Pensé en adaptar el texto al panorama actual, pero después de dos-tres leídas decidí mejor no, iba a ser otra historia totalmente distinta. Y justo me pareció bueno hablar desde un contexto diferente para que el público no tomara una postura, puesto que estamos a casi 30 años del hecho, y entonces me parece que es más fácil ver a los dos personajes sin sentir una afinidad política con uno que con otro”, explicó.

“Yo creo que más bien al salir la gente va a comentar cómo se adaptaría ahora”, agregó Flor Magallanes, productora de la obra, “la obra está situada en el 95, pero esto se puede aplicar con cualquier ideología, con cualquier cuestión y que muchas veces entre las parejas, como hay un parlamento de uno de los personajes ‘es para el Guiness’, porque hay veces que no llegamos a esa comunicación tan profunda de saber qué piensa el otro, de estar como en la sintonía más allá de convivir como una pareja, sino de saber meterse en la cabeza del otro [...] Es como una ventana al 95 pero aplicable al 2022”.

El elenco está integrado por Juliana Pugliese, Oscar Troyo y Luis Saldaña y cuenta con el apoyo de Eduardo Sánchez Navarro en el styling, coreografía de Sara Ovalle, música de Alejandro Reyes-Valdés, asesoría general de Juan Antonio Villarreal y el diseño de iluminación de Gerardo Valdés.

La propuesta escénica, compartieron, está basada en el deseo. Cervantes argumenta que esto es primordial para todas las historias de amor, de ahí que eligieran una cama —inclinada para comodidad del público y abstracta para no influenciar más que lo necesario— como punto focal de la escenografía.

“Me parece que es fundamental, porque sino sería una amistad. Me parece que la cuestión erótica tiene que estar presente para que se sostenga una relación, junto con la comunicación, e incluso lo erótico es una forma de comunicarse”, explicó Cervantes.

“Todos somos Marcos” de Vicente Leñero se presentará el 27 y 28 de agosto, así como el 3, 4 10 y 11 de septiembre en el Centro Cultural La Besana a las 20:00 horas. El costo de entrada es de 150 pesos.