Chris Cornell, el último veterano del grunge
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Con 52 años, Chris Cornell podía ya considerarse un superviviente de la generación del grunge
Con 52 años, Chris Cornell podía ya considerarse un superviviente de la generación del grunge, acaso el último movimiento total que fabricó la cultura popular antes de la era de la fragmentación y la ironía. El vocalista de Soundgarden fue hallado muerto ayer en su habitación de hotel tras un concierto de la banda en Detroit: se suicidó ahorcándose en el baño del cuarto, según la agencia AFP.
“He perdido a un montón de jóvenes y brillantes amigos. Andy Wood, Laney Stanley y Jeff Buckley, que era muy buen amigo. Y Kurt Cobain y Shannon Hoon, otro gran amigo, igual que Mike Starr”, declaraba Cornell con espíritu de superviviente hace apenas dos años en una entrevista concedida a la edición australiana de Rolling Stone. Formó Soundgarden en 1984. La banda fue una de las primeras en firmar por Sub Pop, el sello alternativo de Seattle que acunó a casi todos los grupos formados en la lluviosa ciudad del noroeste de Estados Unidos que a principios de los noventa alcanzarían el éxito bajo el paraguas del grunge, ese movimiento que los medios presentaron como un antídoto lleno de nihilismo y autenticidad ante los excesos del rock de los 80.
Una década más tarde, con Soundgarden ya disueltos después de dominar el planeta en 1994 con Superunknown, Cornell se embarcaba en su segunda aventura al frente de una superbanda.
Esta vez sería Audioslave y en ella lideraría a la sección instrumental de Rage Against The Machine desde el rap metal protesta hasta el hard rock. El éxito fue descomunal y Cornell se confirmó por tercera vez en su carrera como un vocalista de capacidades casi sobrenaturales y un líder carismático con habilidades musicales incomparables.
A diferencia de Eddie Vedder, líder de Pearl Jam, quien siempre prefirió el surf a la heroína, Cornell tuvo sus adicciones y sus depresiones. Subió y bajó, entró y salió de la senda del éxito en infinitas ocasiones. Grabó una canción para una entrega de James Bond (Casino Royale) y llegó a ser noticia hasta por cortarse el pelo. Fue la mayor y más longeva estrella del rock que surgió del grunge, el movimiento que iba a acabar con las estrellas del rock. © EL PAIS, SL. Todos los derechos reservados.