‘Citizen Penn’, un retrato del lado humanitario de Sean Penn en Haití
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El actor mostró a través de un largometraje la ayuda que él mismo organizó después del devastador terremoto de Haiti en el año 2010, al crear la organización sin fines de lucro CORE, que incluso hoy provee pruebas de COVID-19 totalmente gratis.
Recorriendo el mundo de los festivales de cine, Sean Penn está decidido a mostrar los diferentes perfiles de su vida. Por un lado, estrenó como director en Cannes “Flag Day” apareciendo también como actor protagonista en el verdadero rol de padre, al lado de su verdadera hija Dylan Penn. Y en los festivales de Tribeca y el American Film Institute proyectaron por primera vez el lado menos famoso de Sean Penn. Y con el título “Citizen Penn” (Ciudadano Penn), mostró la verdadera ayuda que él mismo organizó después del devastador terremoto de Haiti en el año 2010, al crear la organización sin fines de lucro CORE (por las iniciales en inglés de ‘Comunidad Organizada Esfuerzo de Socorro’) que incluso hoy provee pruebas de COVID-19 totalmente gratis.
-¿En qué momento en particular decidieron documentar con ‘Citizen Penn’ la ayuda humanitaria de Haití?-
“La idea original solo había sido mostrar lo que pasaba con una cámara, para tratar de conseguir más ayuda, después del terremoto de Haití, en el 2010. Pero las cámaras nunca dejaron de filmar y casi diez años después, con un documental pudimos mostrar todo lo que vivimos. El plan original, era estar solo por dos semanas con los doctores que habíamos conseguido, como un apoyo para la gente del lugar y las organizaciones médicas que ya existían, como clínicas y hospitales, aprovechando al mismo tiempo los recursos que nosotros teníamos, consiguiendo camiones para distribuir diferentes medicamentos para el dolor. Era un plan de dos semanas nada más. Pero día a día, nuestra ayuda se fue multiplicando”.
-¿Hasta qué punto tuvo que ver tu experiencia en la organización o dirección de una producción de cine con la organización de una fundación de ayuda sin fines de lucro como CORE?-
“La experiencia de trabajar en un estudio de cine tiene que ver con la necesidad de hacer todo para ayer, pero la ayuda de emergencia parece tener mucha más burocracia que un estudio de cine. En ese sentido fue un poco frustrante pero nuestro trabajo terminó consiguiendo suficiente confianza como para imponer un impacto bastante positivo”.
-¿El lado humanitario de Sean Penn es mucho más real que la ficción del cine?-
“A mí me gusta ir contra la marea. La actuación ni siquiera era una profesión que yo imaginaba en mi niñez. La verdad, pensaba ser abogado y mira donde llegué... Hasta los actores que eran mis favoritos ya no lo son mas”.
Como uno de los actores más rebeldes de Hollywood, Sean Penn vivió los más famosos noviazgos con Susan Sarandon y hasta un matrimonio con Madonna, mucho antes de casarse con Robin Wright (con quien tuvo a sus hijos Dylan y Hopper) y otra relación con Charlize Theron, para casarse por tercera vez con la actriz australiana Leila George, en medio de la pandemia, en julio del 2020.
En el plano profesional, fue nominado al Oscar por el rol del condenado a muerte “Dead Man Walking” (sí, sí, con au ex novia Susan Sarandon), además de “Sweet and Lowdown” en el año 2000 y “I Am Sam” en el 2002, para ganar por duplicado con “Mystic River” y “Milk”. Como activista político, ya había visitado Irak en el 2002, también pasó por Irán, en una labor periodística para el diario San Francisco Chronicle. En Octubre del 2008 viajó a Cuba para entrevistar a Raúl Castro, de la misma forma que llegó a entrevistar al Chapo Guzman para la revista de Rolling Stones, en enero del 2016.
En el plano humanitario, Sean Penn ya había viajado hasta Nueva Orleans por rescatar gente del terrible Huracán Katrina, en septiembre del 2005. Pero lo que pasó en Haiti no tiene precedentes. En enero del 2010, después de un terremoto de 7.0 donde fallecieron 220 mil personas, además de 300 mil heridos y un millón y medio de familias sin techo, Sean Penn decidió volver a ayudar a un país que nunca antes había visitado, sin siquiera hablar el idioma local. Y así fue como con 30 voluntarios junto con siete doctores, viajó a Puerto Príncipe con 350 mil dosis de morfina y purificadores de agua, para terminar organizando un campamento que refugió a más de 50 mil personas.
-¿En cierta forma, ‘Citizen Penn’ tiene cierto parecido con la pandemia, teniendo en cuenta que las dos semanas que ibas a estar en Haiti se convirtieron en los nueve meses que muestra el documental?-
“Sí. Yo había hecho antes cortas visitas, en ciertas zonas de conflicto, pero esta vez resultó todo muy diferente. Cuando el periodismo cubre eventos así, los periodistas no suelen quedarse más de tres días. Y después de ver los reportes, me di cuenta que tampoco es suficiente tiempo como para mostrar lo que pasa realmente en un lugar”.
-¿Cómo crees que se está comportando el gobierno de Estados Unidos hoy, en comparación con la época de Trump, en relación a la pandemia?-
“Personalmente creo que no solo como país, sino el mundo entero estuvo muy desinformado en lo que fue una administración humana y políticamente obscena. La cantidad de locuras en las noticias, realmente las sentí como si alguien estuviera apuntando con una ametralladora a las comunidades más vulnerables. Y el equipo de transición que reunió el Presidente Biden se sintió como si el sol recién empezara a salir. Hubo una falta total de integridad en el gobierno federal, durante el gobierno de Trump”.
-¿Cómo se compara la ayuda de Haiti con la ayuda de la misma organización en medio de la pandemia?-
“En cierta forma fue un poco lo que habíamos hecho al principio con Haiti, en la transición de voluntarios, creando trabajos para el staff local. Es lo mismo que hicimos en Los Ángeles. En parte, en Haiti la gente necesitaba trabajar y en Los Angeles pasó lo mismo porque mucha gente había perdido el trabajo por la pandemia. Y el estímulo financiero ayudó para que la comunidad también participara. También creo que la moral de nuestro equipo y el entusiasmo es lo que describe nuestro compromiso que terminó ocupando la primera fila de los test del coronavirus, en nuestra comunidad. Y saben lo importante que es, un verdadero orgullo. Supongo que necesitamos enseñarle a las próximas generaciones que todo vale, no importa lo poco que hagas, sin esperar tampoco nada a cambio. Espero que sea el lado bueno de la pandemia: darnos cuenta que solo podemos mejorar como comunidad, trabajando juntos”.
-¿Y en tu rol como director y padre en ‘Flag Day’, podemos comparar la realidad y la ficción de la relación con tu hija Dylan que también aparece en el cine?-
“En el cine se puede encontrar algo similar en el lado emocional, como los malos entendidos o la falta de comunicación que son inevitables en las relaciones familiares”.
-¿Como director de ‘Flag Day’ no imaginaste a otro actor en el rol protagónico del padre?-
“En verdad, en un principio, yo ni siquiera me había imaginado en ese rol, solo porque no quería el segundo trabajo de actuar, cuando sabía que el trabajo principal iba a ser dirigir. No quería actuar y dirigir. Recién con el tiempo, los productores pensaron que necesitaba considerarlo. Para cuando tuve que tomar la decisión final, le pasé el guion a Matt Damon, un mes y medio antes de empezar el rodaje. Y después de darle una rápida leída, él me llamó, pero no para decirme que no podía aceptar, sino para decirme que yo sería un estúpido si no aprovechara la oportunidad de actuar con mi hija. Fue la última gota que derramó el vaso. Y así fue como decidí actuar, además de dirigir. Pero la idea siempre fue contar la historia de ‘Flag Day’ a través de mi hija, Dylan”.