El deslucido retorno de ‘The X Files’

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/ 27 enero 2016

    No hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla. Y ahora sí, “The X-Files” se estrenó el lunes por el canal Fox (23:00 horas). ¿Trampa de la nostalgia o regreso poderoso basado en una genuina necesidad de continuidad? Es la pregunta del millón.

    Entre una decena de recientes retornos en la televisión gringa –que me remontan a pensar en hace algunos años en México, cuando comenzó lo explotación masiva de refritos de telenovelas antigüitas–, es difícil ubicar cuáles proyectos vuelven con legítimo menester de persistir en sus argumentos. Es tan complicado, que ni siquiera los propios creadores y escritores lo saben a ciencia cierta. 

    Así que Chris Carter, quizá todavía confundido con sus propios pensamientos, regresa a contarnos más historias sobre conspiración, aliens y secretos de escala mundial. Porque esos temas nunca fallan ni pasan de moda. ¿O sí?

    En la nueva etapa de “The X-Files”, Mulder (David Duchovny) y Scully (Gillian Anderson), separados por los mismos fantasmas que los unieron, se reencuentran para escuchar lo que un presentador de televisión parecido a Jaime Maussan (Joel McHale) tiene que contarles. Más rápido que un rayo, Mulder deja de creer en todo aquello que investigó, y está convencido de que los propios seres humanos son los villanos de la historia, quienes han fraguado una conspiración de tamaño descomunal con la intención final de dominar a Estados Unidos y después al mundo.

     Scully, como siempre, mucho más prudente, se espera a obtener alguna prueba de este malévolo complot. Finalmente, la disputa se enciende… de nuevo. ¿Lograrán Mulder y Scully desenmascarar la confabulación maliciosa que, alienígena o humana, llega con las intenciones más perversas de destrucción?... 

    ¡Esperen! ¿Qué no habíamos pasado ya por esto antes?

    Uf, qué problema. El retorno de “The X-Files” no es más que una repetición de lo ya expuesto por ellos mismos. Un reciclaje de conflicto. Y además, menos entretenido, más forzado y apresurado, y menos convincente (que me lanza la verdadera pregunta: ¿quién cuida al hijo de Mulder y Scully mientras ellos andan todo el día salvando al mundo?).

    En su emoción por regresar al éxito, Chris Carter se apresuró con un guion simplón y repetitivo, que se vale de la recuperación de ambos ídolos y de la explotación de la añoranza de los fanáticos. Serán seis episodios que apresurarán lo que durante nueve temporadas se fraguó paso a pasito, con intriga, ritmo trepidante y en aquel entonces, haciendo uso por primera vez del formato.

    Repetir la fórmula de manera tan burda no suele funcionar. Ya cancelaron, por ejemplo, “Heroes Reborn”, otro intento malogrado de recuperar el momento de victoria. Y este retorno huele al mismo fracaso anunciado.  Trampa de la nostalgia en la que cayeron Carter, Duchovny y Anderson.

    Mi calificación: 50 de 100. Mi Twitter: @CalladitaR

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