¿Qué dice Saltillo sobre nosotros? Ladrillos y sarapes, espejos de nuestra identidad

¿Has visto la arquitectura de Saltillo? De verdad, ¿la has visto? No me refiero a percibirla como parte del paisaje en tus viajes del día a día, o reconocerla en hitos como el Ateneo Fuente o la Catedral de Santiago. ¿Te has detenido a admirar la belleza, la elegancia, el detalle y la historia detrás de los edificios que componen el Centro Histórico?

Es probable que sí, al menos un par de veces. Y si es así puede que hayas reconocido la particularidad del ladrillo con el que están construidas muchas de esas antiguas casonas, las mismas que enmarcan las calles del primer cuadro de la ciudad.

Si bien, pensar en ladrillos suele estar ligado a la monotonía del aparejo tradicional, estructural, funcional, firme y nada más, los tabiques que hay en muchas de estas viviendas centenarias juegan con sus formas, nos invitan a verlos verticales, en zigzag, en voladizo y uno que otro hasta de fantasía.

Lo que descubrió y compartió hace unos meses el artista visual Vinicio Fabila en su exposición “Recordar y desaparecer” fue que en estas formas se coló otro símbolo de la identidad saltillense. Si te fijas bien, si observas con detenimiento las fachadas, podrás ver dónde se filtra el sarape en la arquitectura.

Sin embargo, el rombo, forma primordial de la esencia visual de Saltillo, está en riesgo. Su iteración textil ya está siendo rescatada por decenas de artesanos desde hace unos años, pero en la arquitectura, en el patrimonio urbano de la ciudad, todo sigue al borde del abismo.

Cada mes hay una nueva noticia de un derrumbe —o demolición— de un edificio antiguo, que ya nunca más se recuperará. Cada casa y cine en ruinas o en desuso es una potencial zapatería y la indignación solo llega cuando el atentado ya ocurrió y no quedan más que las lamentaciones. Por eso este año, el grupo de Amigos del Centro Histórico, junto con Fabila, dedicó el ya tradicional póster conmemorativo del 445 aniversario de la ciudad a esta riqueza en peligro de extinción.

La imagen que el artista generó está conformada por las fotografías de tres fachadas distintas, que a su vez forman parte de su archivo personal, en el que por años ha capturado estos detalles —el cual incluye algunos inmuebles que ya ni siquiera existen— y que ahora reúne en esta composición donde los paralelismos de dichos diseños con el sarape, casualidad innegable de nuestra identidad, quedan claros.

“Cualquier cosa que digamos sobre las características generales de una ciudad, sobre su alma o su esencia, acaba convirtiéndose de forma indirecta en una confesión sobre nuestra vida y, especialmente, sobre nuestro estado espiritual. La ciudad no tiene otro centro sino nosotros mismos”, reza una cita del autor Orhan Pamuk alrededor del póster.

El aniversario 445 de la ciudad invita a reflexionar sobre la identidad que se está perdiendo. Si en unos años la historia de Saltillo es borrada para dar paso a tiendas departamentales, estacionamientos y toda huella de lo que alguna vez fue solo perdura en fotografías, así como en la actualidad lamentamos la pérdida de teatros, cines y mansiones, lloraremos en el futuro por no haber protegido lo que somos.

¿Te gustó el póster que conmemora los 445 años de Saltillo?

Es un trabajo realizado por el artista visual Vinicio Fabila y el grupo de Amigos del Centro Histórico de Saltillo.

¿Te gustaría coleccionarlo?

Consigue el tuyo durante el mes de julio y agosto en el área de suscripciones o marca al (844) 4501020 y sé parte de la celebración.