Vicente Fernández, Verónica Forqué y ‘El Piporro’

El domingo 12 de diciembre dejó de existir a los 81 años de edad luego de una hospitalización de varios meses a raíz de una caída el llamado “rey de la música mexicana”, Vicente Fernández.

Y aunque para muchos su legado en el cine con casi 30 títulos en 30 años de actividad es poco meritorio, la verdad es que guardando su debidas distancias con íconos como Jorge Negrete, Pedro Infante e incluso Javier Solís, la verdad es que el también llamado “charro de Huentitán” se vio favorecido por haber sido cobijado cuando menos en sus primeras películas por la dirección de maestros formados precisamente en la llamada “Época de Oro” del cine mexicano de la que cuando menos los dos cantantes antes mencionados formaron parte como lo fueron Don Alejandro Galindo (en “Tacos al Carbón”, de 1971); Chano Urueta (en “Tu camino y el mío”, de 1973) o Rogelio A. González (“El tahúr”, 1979), entre otros más.

Por si fuera poco, en paralelo al naciente movimiento de directores del llamado “nuevo cine mexicano” de los años 70, uno de los mejores de esa generación como lo fue José “El Perro” Estrada lo dirigió en una de sus mejores películas como “Uno y medio contra el mundo” (1973), donde compartió créditos con la primera actriz Ofelia Medina y que cuenta con un final de antología con un crimen de odio por una confusión homofóbica, así como uno de los mejores directores del género western como Alberto Mariscal (“Cruces sobre el yermo”; “Los Marcados”), quien lo dirigió en “La ley del monte” (1976) y “El Arracadas” (1978), donde inició una relación personal y profesional con la actriz saltillense Patricia Rivera de casi nueve años.

No había pasado un día después del fallecimiento de Vicente Fernández que más sorpresiva fue la noticia de la muerte a los 65 años de edad de la primera actriz española Verónica Forqué el lunes 13 de diciembre, la misma que alcanzó su mayor proyección en el cine internacional gracias a su participación en películas dirigidas por el maestro Pedro Almódovar (“¿Qué he hecho yo para merecer esto?; “Kika”) pero quien irónicamente desde sus primeras películas formó parte de películas transgresoras como lo fueron “Mi querida señorita” (Jaime de Armiñán, 1973), sobre una mujer que a sus 43 años descubre que es un hombre o “Una pareja distinta”, dirigida por su padre, José María Forqué, en 1974, sobre una mujer que se relaciona sentimentalmente con un travesti.

Para 1988 Verónica Forqué hizo historia al ganar en un solo año dos premios Goya a la Mejor Actriz por “La vida alegre” (Fernando Colomo, 1987) así como a la Mejor Actriz de Reparto por “Moros y cristianos”, dirigida por Luis García Berlanga. Descansen en paz.

Para terminar, y en notas más agradables, el pasado jueves 16 se cumplieron 100 años del nacimiento en Los Herrera, Nuevo León, del actor y cantante Eulalio González, quien recibió su legendario mote de “Piporro” por el personaje que interpretó en el clásico “Ahí viene Martín Corona” (Miguel Zacarías, 1952), donde Pedro Infante interpretó al héroe saltillense del título; dos de sus películas de 1984 fueron dirigidas por coahuilenses como Mario Hernández (“Viva el Chubasco”) y Julio Aldama (“Hermelinda Linda”), y sus últimas tres películas fueron al lado de Vicente Fernández, una de ellas, “El Macho”, de 1987, con la también coahuilense Lina Santos.

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