Intenta México extraer el calor de la Tierra

COMPARTIR
TEMAS
México es el tercer país del mundo en usar energía geotérmica: CFE
México, D.F..- La geotermia lo que busca es aprovechar el calor de la Tierra, el magma, y los mantos acuíferos que se convierten en vapor; este recurso se inyecta a las turbinas y al pasar se condensa de nuevo y se regresa al subsuelo, es agua que no se desperdicia.
El Instituto de Investigaciones Eléctricas señala que "actualmente, los recursos geotérmicos no solamente son susceptibles de ser aprovechados en la generación de electricidad, sino también en una gran variedad de actividades como calefacción, procesado de alimentos, lavado y secado de lana, fermentación, industria papelera, producción de ácido sulfúrico, manufactura de cemento y teñido de telas entre otros".
El potencial geotermoeléctrico de México con recursos de roca seca calientes y que es susceptible de ser desarrollado con tecnologías geotérmicos es de 24 mil 700 Megawatts con una profundidad máxima de 3 mil metros.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo este potencial técnico resulta ser 25 veces superior a la capacidad geotermoeléctrica instalada en el país y alrededor de 48% de la capacidad eléctrica total instalada en México para servicio público.
Pero el potencial de geotermia submarina en México, de acuerdo con el BID, se estima que el potencial de recursos hidrotermales submarinos en el Golfo de México y en la plataforma continental es del orden de mil 200 watts, sin embargo, advierten especialistas, es una estimación preliminar que requiere ser medida y más estudiada.
Ante estas expectativas en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se tienen planes para llevar a cabo trabajos de perforación y operación de pozos geotérmicos en la región de Las Tres Vírgenes, en Baja California Sur, donde hay plantas que generan 10 MW.
De acuerdo con la paraestatal, México es el tercer país en importancia del mundo en usar energía geotérmica, con 958 MW instalados -que representa 2% del total de energía eléctrica del país.
La CFE tiene identificadas siete zonas del país con un alto potencial de explotación geotérmica: Tulecheck, Piedras de Lumbre, El Ceboruco, Cerritos Colorados, Acoculco, Tacaná y Chichonal.
Además de Las Tres Vírgenes, los campos en producción son Cerro Prieto (720 MW), Los Azufres (188 MW) y Los Humeros (40 MW), los cuales están en fase de licitación y próximamente los Humeros II, fase A, y Humeros II, fase B, que generarán 25 MW y 21 MW, respectivamente.
La nueva directriz energética: priorizar tecnologías verdes
Un poco más de 40% de la energía eléctrica que se produce en el país proviene de fuentes petroleras, ya sea aceite o gas natural, en cambio la energía proveniente de la geotermia no es ni 3% y la nuclear, con Laguna Verde, es de 3.03%
Cintia Angulo, presidenta de Alstom Mexicana, dice que en todo caso la opción nuclear puede considerarse una energía limpia por dos razones: no consume hidrocarburos y no produce emisiones, en consecuencia no es una fuente contaminante.
Angulo dice que en todo caso lo que se necesita impulsar con mayor fuerza son proyectos de geotermia donde se explota un recurso natural, el vapor de agua, que termina en turbinas y es regresado al subsuelo.
Hoy en día México debe de explorar su subsuelo para buscar nuevas fuentes de geotermia. Se tienen definidos al menos cuatro campos: Cerro Prieto con 720 Megawatts (Mw), Los Azufres con 188, Los Húmeros con 40 y Tres Vírgenes con 10.
La Secretaría de Energía (Sener) señala en la Estrategia Nacional de Energía que las fuentes de energía fósiles representaron 92% en 2010.
"Unicamente 7% de la producción total de energía primaria y 8% de la energía bruta de energía se realizó con fuentes no fósiles en 2010", informa la Sener. Como sea, lo que se requiere en el mediano y largo plazo es reducir la dependencia a los hidrocarburos, al carbón e incrementar la presencia de energías renovables, como puede ser la eólica, la hídrica, la solar; o en todo caso la nuclear.
La matriz energética está integrada en México por los siguientes productos: carbón mineral, petróleo crudo, condensados, gas natural, nuclear, hidroenergía, eólica, solar, bagazo de caña y leña. Este tipo de energía se usa como insumo para obtener productos secundarios o se consume de forma directa, indica la Sener.
Hoy lo que se quiere es incrementar el consumo de otros combustibles o, mejor dicho, mejores fuentes primarias de energía, de tal forma que se exploten los potenciales que hay en energías renovables. En ese sentido, las opciones se reducen de manera importante y solo quedan las opciones nuclear, eólica y solar.
Sin embargo, de acuerdo con un informe del Banco Interamericano de Desarrollo, preparado para la Comisión Reguladora de Energía, las energías eólicas, solar y mini hidro, que son consideradas tecnologías verdes, tiene la particularidad de ser intermitentes, caras y con problemas de despacho.
Pero la ventaja la tiene la energía geotérmica es que puede ser despachable, permanente y económica pero solo puede ser usada si se transforma en electricidad. En ese sentido, la perspectiva que tiene la Sener en la Estrategia Nacional de Energía, a discusión en el Senado, es que es el sector eléctrico la principal posibilidad de reducir emisiones contaminantes.
Â
Más aún, a diferencia de otros subsectores como el industrial o el del transporte, donde las cadenas productivas y tecnologías presentan cierta rigidez y son dependientes de combustibles fósiles, la electricidad puede echar mano de un portafolio de generación donde se combinan.
En busca de un sistema sustentable
Los recursos fósiles deberán ser usados para la transición
Existe una fuerte correlación entre consumo de energía y crecimiento económico y entre altos precios de petróleo y recesiones globales. El aumento de precio del petróleo puede llevar a la recesión, seguida por la caída de la demanda y del precio hasta un nivel que permite la recuperación. El incremento paralelo de la demanda y del precio, hasta un nuevo pico, puede provocar una nueva recesión.
¿Ha entrado la economía global en una trampa energética?
Hasta 2004 se mantuvo un claro incremento de la producción muy por encima del crecimiento del precio. Desde 2005 el precio se incrementó 15% anual, pero la oferta de petróleo crudo se estancó, fluctuando entre 72 y 75 millones de barriles diarios (mbd).
Los eventos geopolíticos pueden explicar picos de precio, pero la tendencia a la alza es resultado de la escasez del recurso. Sin embargo, domina la idea de que los altos precios son de origen financiero.
Queda mucho petróleo no convencional, por ello las corporaciones petroleras presentan escenarios de crecimiento de consumo en donde los combustibles fósiles siguen aportando la mayoría de la oferta energética global en 2030 y 2050. Según la Agencia Internacional de Energía, los combustibles fósiles proporcionarán 75% de la energía global consumida en 2035.
Ante el peak oil, es decir, el máximo de producción posible de crudo convencional y barato, la confianza en los recursos fósiles no convencionales (petróleo profundo, en zonas extremas y de baja intensidad energética) es imprudente.
Los costos monetarios de las energías renovables son más altos que los del petróleo no convencional, pero no es así cuando a éstos sumamos los costos sociales y ambientales (calentamiento global), los riesgos geopolíticos y militares y la incertidumbre del futuro. Para sobrevivir como civilización debe darse una transición, pues la dependencia de recursos no renovables (incluyendo el uranio) es insostenible.
Aunque el sol y el viento son recursos asegurados para los próximos 10 mil millones de años, los paneles fotovoltaicos y aerogeneradores necesitan ser producidos con recursos no renovables. De forma creciente, los recursos fósiles deberán ser usados para la transición en lugar de seguir siendo la base.
Cuesta trabajo aceptar que la economía global es un sistema físico regido por las leyes de la termodinámica antes que por las de la oferta y la demanda. Ningún sistema físico puede crecer de manera infinita. Además, los sistemas físicos más exitosos a largo plazo son los que funcionan de forma sostenible con fuentes renovables. Una economía, como un ecosistema, se alimenta de flujos de energía del entorno. Sin fuentes adicionales, deja de crecer pero puede sostenerse.
La dinámica de mercado, en presencia de suficiente liquidez, puede dirigir los recursos naturales hacia donde son aprovechados con mayor eficiencia. Pero ello sólo enmascara el agotamiento de recursos, generando mayor polarización provocada por el incremento de la entropía.
Emitir más dinero no permitirá comprar otro planeta. No se trata de un argumento "ecologista" sino realista: la viabilidad de la civilizacióndepende de una transición hacia un sistema energético sostenible.