El Gobierno de Biden no ha tomado cartas en este asunto más allá de encomendar a Douglas Emhoff, segundo caballero del país y marido de la vicepresidenta, Kamala Harris, que emprenda conversaciones
Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, hizo las declaraciones más duras, mencionando directamente al mandatario estadounidense, Donald Trump.
Las protestas en Charlottesville, que se convirtieron en un símbolo de la tensión racial, ocurrieron el 12 de agosto, cuando supremacistas blancos marcharon por la ciudad en protesta por la retirada de una estatua de Robert E. Lee.
Las autoridades despliegan un gran operativo de seguridad en esta ciudad de Virginia previo al primer aniversario de la marcha supremacista que dejó una mujer y dos policías muertos
“Como judío estadunidense, no puedo permitir que unos neonazis gritando que ‘los judíos no nos reemplazarán’ me hagan dejar mi empleo”, dijo el asesor, Gary Cohn
La violencia racial que tuvo lugar la semana pasada en Charlottesville reabrió el debate sobre si debe retirarse de los espacios públicos en EU la simbología confederada, que usan y reivindican grupos supremacistas blancos como el Ku Klux Klan.
Los grupos supremacistas blancos estadounidenses se mezclan y se tocan entre sí, pero no forman un bloque cerrado común que constituya una especie de "poder blanco".
El alcalde Mike Signer dijo que los recientes enfrentamientos relacionados con el racismo y la Confederación habían convertido las “estatuas ecuestres en pararrayos” y pidió al gobernador demócrata Terry McAuliffe convocar una sesión especial de la Asamblea General
La carta de Murdoch ha captado enseguida la atención mediática porque la cadena conservadora Fox News, que pertenece a su conglomerado, es la favorita de Trump, el medio al que más entrevistas ha concedido como presidente y una de sus fuentes de información habituales.
Aunque se mantuvo fuera de la vista del público, Trump siguió tuiteando su defensa de los íconos del sur esclavista y deploró los intentos de retirarlos como una ataque a la "historia y cultura" de Estados Unidos.