Dividida, fanática y peligrosa, la extrema derecha en EU
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Los grupos supremacistas blancos estadounidenses se mezclan y se tocan entre sí, pero no forman un bloque cerrado común que constituya una especie de "poder blanco".
Quizá nunca antes los grupos de extrema derecha en Estados Unidos alcanzaron tanta visibilidad como en la era Trump: los disturbios durante una manifestación racista en Charlottesville, en Virginia, el sábado 12 de agosto, dejaron en evidencia su fanatismo, su militancia y su alto grado de organización.
Los grupos supremacistas blancos estadounidenses se mezclan y se tocan entre sí, pero no forman un bloque cerrado común que constituya una especie de "poder blanco". En realidad, la escena de la extrema derecha estadounidense está dividida y muy ideologizada y es además compleja, opaca y peligrosa.
Los supremacistas blancos están convencidos de que existe algo así como una raza blanca unitaria, que identifican con un grupo de personas de un determinado color de piel, origen o afiliación.
Supremacistas como los del grupo Aryan Nations creen fanáticamente en la superioridad biológica de la gente de origen europeo. En países multiétnicos como Estados Unidos están convencidos de una jerarquía natural a la cabeza de la cual se posicionarían los blancos.
En Charlottesville también se manifestaron representantes del grupo supremacista Vanguard America con carteles negros con una cruz blanca.
Los nacionalistas estadounidenses tienen un pensamiento similar y son cercanos a los supremacistas, pero se diferencian de ellos por un importante componente ideológico: rechazan la idea de una sociedad multiétnica y su objetivo es crear un Estado puramente blanco.
En Estados Unidos los grupos neonazis pueden mostrar abiertamente sus cruces gamadas, uniformes nazis o gritar el lema "Sieg Heil" propio del Tercer Reich de Adolf Hitler, al contrario que en países como Alemania, donde está prohibido. En Estados Unidos está protegido por la libertad de opinión, muy valorada por los estadounidenses.
Los neonazis estadounidenses asumieron la ideología y el simbolismo de los nacionalsocialistas y para ellos Adolf Hitler fue un visionario, ejemplo y héroe. Están en contra de los judíos, la población no blanca, los homosexuales y los dicapacitados. A finales de los años 60 se creó en Estados Unidos un partido nazi, pero no tuvo éxito.
"Las webs que difunden el odio como 'Stormfront' actúan como un feudo descentralizado de ideas y debates neonazis", escribe la publicación "The Atlantic". El Movimiento Nacional Socialista NSM es una de las mayores asociaciones neonazi en el país.
A Charlotesville también acudieron seguidores del Ku Klux Klan, un grupo surgido por tercera vez en los años 60 -tras dos fundaciones y disoluciones- entonces contra los movimientos que luchaban por los derechos civiles de la población afroamericana. Con numerosos asesinatos y atrocidades a sus espaldas, uno de sus líderes más conocidos fue David Duke y se calcula que actualmente cuenta con entre 5,000 y 8,000 miembros.
Donald Trump se negó a distanciarse claramente de los radicales de derecha en la campaña electoral de 2016. En Charlotesville, Duke dijo ante las cámaras que había llegado un "punto de inflexión" para un movimiento que quiere "cumplir las promesas de Donald Trump”.
El concepto "alt-right" fue acuñado por Richard Spencer en 2008, en una abreviatura de la "derecha alternativa" con la que quería definir un ideario neonazi, radical de derechas y racista, hablando incluso de una "limpieza étnica pacífica" de Estados Unidos y con el objetivo de crear un "etnoestado".
El movimiento está estrechamente unido a los supremacistas y nacionalistas, pero con frecuencia actúa de forma más clandestina. Una de sus figuras más prominentes es el escritor y activista Milo Yiannopoulos.
La organización defensora de derechos civiles Souther Poverty Law Center SPLC asegura que la "alt-right" cuenta con numerosos jóvenes y miembros bien posicionados e intenta, muchas veces con éxito, atraer apoyos entre la derecha conservadora.
La "alt-right" está sin embargo dividida: les une su oposición a los musulmanes, inmigrantes, al feminismo, la igualdad y a las sociedades plurales. Pero muchos de sus miembros son antisemitas, otros se ven a sí mismos en una campaña contra la izquierda y otros contra la democracia liberal como tal. La derecha alternativa celebró y apoyó la elección de Trump como presidente.
La publicación "New Yorker" apuntó lo pronto y lo abiertamente que Trump incluyó a la derecha en su coalición nacional. Steven Bannon, jefe de estrategia de la Casa Blanca, era el jefe de "Breitbart News", una publicación que definía como "altavoz de la ‘alt-right'".
Están además los defensores del "Viejo Sur", los neoconfederados nostálgicos que desearían recuperar el espíritu y la vida de los Estados del Sur anterior a la guerra civil. Se ven víctimas del norte que abolió la esclavitud. Son antidemocráticos, homófobos y racistas, pero su vinculación histórica los diferencia ideológicamente de otros extremistas, aun cuando haya coincidencias con los supremacistas.
En Charlottesville un hombre atropelló con su automóvil a un grupo de personas, matando a una mujer e hiriendo a 19 personas. El sospechoso es James Fields, de 20 años, que en su página de Facebook publicó imágenes propagandísticas que representan todo el espectro de la extrema derecha estadounidense, según publica la web "Buzzfeed". Allí Field representa desde la "alt-right" y sus representantes más famosos hasta neonazis en uniforme y a Hitler de niño. Y al lado, un dibujo de Donald Trump, sentado sobre un trono y con una corona de oro.