El viernes por la tarde, en la playa de la pequeña localidad de Denmark, en Australia Occidental, había llegado un pingüino emperador macho, a unos 3,300 kilómetros de donde cabría esperar encontrarlo, en la Antártida
Junto con la llamativa pareja entró también, ante el asombro de la concurrencia, un pingüino que mediría 2 metros de altura y que se colocó junto a la mesa.
Si necesitas ‘nuevos aires’, puedes enviar tu solicitud para trabajar bajo un clima frío, pero rodeado de pingüinos; buscan investigadores, gerentes y ayudantes generales.