420 mil muertes al año por consumir alimentos contaminados

Vida
/ 4 diciembre 2015

Los decesos son causados por unos 30 agentes, entre ellos bacterias, virus, parásitos, tóxicos y químicos que infectan a 600 millones de personas en el mundo

Las enfermedades causadas por consumir alimentos contaminados provocan la muerte de 420 mil personas cada año en el mundo, de ellas 125 mil son niños, y afectan a unos 600 millones de personas, alertó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En un estudio, que presenta las primeras estimaciones de la OMS en este campo, se precisó que una de cada 10 personas en el mundo contrae diversas enfermedades por consumir alimentos contaminados.

Agregó que un 30% de los 420 mil decesos son menores de cinco años, pese a que ese grupo de edad representa sólo el 9% de la población global.

El informe detalló que África y el Sur de Asia registran la mayor incidencia de enfermedades relacionadas al consumo de alimentos contaminados.

El director de la OMS para Seguridad Alimentaria, Kazuaki Miyagishima, explicó que las enfermedades adquiridas por ingerir alimentos insalubres son varias y de diferentes naturalezas.

    Algunas de ellas consisten en diarrea, con efectos a corto plazo, otras son a largo plazo y toman años desarrollarse, como el cáncer o los trastornos neurológicos o la artritis, dijo Miyagishima en una conferencia de prensa en Ginebra.

El informe estimó que esos padecimientos son causados por unos 30 agentes, entre ellos bacterias, virus, parásitos, tóxicos y químicos que infectan a unos 600 millones de personas en el mundo.

El riesgo de contraer esas enfermedades es más alto en los países de ingreso medio y bajo, y está vinculado a la preparación de alimentos con agua insalubre, a la falta de higiene y a las condiciones inadecuadas en la producción y almacenamiento de los alimentos.

También influyen los bajos niveles de alfabetización y la legislación insuficiente sobre la seguridad alimentaria, así como la falta de aplicación de las leyes existentes y la falta de rendición de cuentas, apunta la OMS.

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