¡Recuérdame!
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Si recordamos a Dante, el perrito xoloitzcuintle de Miguel en la película de “Coco” y nos ponemos a pensar, los canes también juegan un rol importante en esta bella tradición
Como mexicanos, nos enorgullece festejar el Día de Muertos, y más desde que se estrenó la película de Pixar “Coco” con éxito a nivel mundial, en la que se plasman a la perfección los rasgos de nuestra cultura que tanto nos caracterizan. En los últimos años, la tradición del Día de Muertos se ha popularizado aún más y sobre todo entre la gente joven (puede que sea por tendencia), pero si vemos el lado positivo, es una manera de que nuestras tradiciones ancestrales sigan sobreviviendo y trascendiendo. Las raíces de esta festividad mexicana datan desde hace aproximadamente 3 mil años en los pueblos indígenas de Mesoamérica, mezclándose con creencias católicas a la llegada de los españoles en la Conquista y coincidiendo con el Día de Todos los Santos, hasta resultar en lo que ahora celebramos el 2 de noviembre. Esta fiesta, como bien sabemos, está dedicada a conmemorar y honrar a nuestros ancestros y seres queridos ya difuntos. Tampoco puede faltar el Pan de Muerto en nuestra mesa o el altar dedicado a algún familiar, un ser querido, y por qué no, a esa mascota de la que tuvimos que despedirnos y con la que esperamos reencontrarnos algún día.
Si recordamos a Dante, el perrito xoloitzcuintle de Miguel en la película de “Coco” y nos ponemos a pensar, los canes también juegan un rol importante en esta bella tradición. Al final de la película, Miguel se disculpa con su peludo por haberlo llamado pulgoso y tras darse cuenta de que era un “guía espiritual”. En el altar de muertos uno de los elementos más importantes es la escultura del perrito (tradicionalmente un xoloitzcuintle), y su función es ayudar a las almas a cruzar el Río Itzcuintlán o el Río de Sangre para poder llegar al Mictlán (el Inframundo). No es muy diferente a la función o el rol que asumen muchos peluditos junto a sus dueños en vida; por naturaleza son seres guardianes que se preocupan por nosotros y nuestro bienestar, cosa que los hace dignos de recordar por siempre.
Muchos expertos opinan que los perros nos siguen a todas partes para sentirse parte de nuestra manada e incluso vernos como líderes de ésta. También saben que nos necesitan para sobrevivir (por ser quienes los alimentamos y los cuidamos), y pueden sentirse vulnerables en nuestra ausencia, por lo mismo quieren ser recíprocos cuidándonos y resguardando nuestro hogar. Es muy interesante pensar en cómo surge la relación entre el altar de muertos y la figura del perro. El xoloitzcuintle es una raza originaria de nuestro país desde la época prehispánica (por lo que también se considera una joya arqueológica), y de acuerdo a la cultura mexica era el guía de los muertos. La palabra Xoloitzcuintle viene del Náhuatl “Xolotl” que significa “Dios Mexica de la vida y la muerte” e “Itzcuintli” significa “Perro”.
Era considerado el perro del Dios Xólotl, que era representado como un hombre con cabeza de perro. Según la leyenda mexica, quien hubiera tratado mal a un perro no podría atravesar el Río de Sangre para llegar al Inframundo, pues ni Xólotl ni su perro lo ayudarían. Y tú, ¿lo lograrías?
Milly, lleva casi 2 años sin ser adoptada. Ella junto con los perritos de Brigada Rescate cuentan contigo para encontrar un hogar y convertirse en tu guardián y guía espiritual! Esperamos que sigas leyéndonos y que nos sigas en nuestras redes sociales... búscanos en Facebook e Instagram como Brigada Rescate Saltillo. #JuntosDejamosHuella