¿Corazón roto? 5 pasos para reponerte en tiempo récord
Nada en la vida es eterno y menos los sufrimientos, te presentaré 5 apoyos sólidos que te ayudarán a enfrentar el fin de una relación amorosa.
A lo largo de la vida, los seres humanos experimentamos cientos de situaciones dolorosas, algunas de las cuales cuesta superar. Una de ésas tantas, tiene que ver con la ruptura de una relación afectiva.
El peor de los rompimientos es aquel donde no tienes ni idea de qué fue lo que llevó a tu ex a dar por terminada la relación. Eso te lleva a preguntarte: “¿Por qué dejó de quererme?" Ya que por más que le das vueltas al asunto, nunca llegas a una respuesta.
Un ejemplo de ello lo presenta Walter Riso, en su libro “Manual para no morir de amor”, donde cuenta cómo un hombre le decía entre llantos: “Lo que lo hace más cruel, lo que más me duele, aunque parezca absurdo, ¡es que no me ha dejado por nadie! Nada le impide estar conmigo, sino ella misma… Si no hay nada externo, ni amantes, ni crisis, ni una enfermedad… no cabe duda: ¡el problema soy yo!”.
Triste, ¿no es así? Pero es una situación que todos hemos tenido que vivir por lo menos alguna vez. Es dura, porque involucra un golpe fuerte al ego y al amor propio, que no logra comprender a cabalidad qué fue lo que pasó.
Esto lleva a pedir explicaciones a quien —a todas luces— ya no desea nada contigo y la única posible respuesta puede resultar inconcebible. Y es que a veces el amor se acaba y no hay más que argumentar.
Pero como nada en la vida es eterno y menos los sufrimientos, te presentaré 5 apoyos sólidos que te ayudarán a enfrentar el fin de una relación amorosa.
1. Aceptar que se ha perdido y estar con quienes te quieren
No hay ningún sentido en rogar afecto a quien ya no desea estar a tu lado. En lugar de eso, acepta que ya se acabó por las razones que hayan sido (eso, la verdad, no tiene importancia); entre más rápido te repongas será mejor.
La única cura para que pase el dolor es dejar que el tiempo haga lo suyo y depure de tu vida los recuerdos de las experiencias vividas. Verás que con el tiempo habrás superado la fase más dolorosa, incluso, vas a dar gracias al cielo por el término de esa relación que te hizo sufrir.
Mientras pasas por el proceso de superación, rodéate de amigos y familia, ellos son la mejor compañía que se puede tener en los momentos de tensión y dificultad.
2. Recordar lo bueno, aprender de lo malo, disfrutar la soledad
Toda relación pasa por buenos y malos momentos, así que de la que se acabó recuerda lo bueno que vivieron y aprende de las malas experiencias para no volver a caer en el mismo error.
En el proceso, disfruta de tus momentos a solas, éstos te ayudarán a conocerte más y mejor. Procura que ese tiempo contigo misma te ayude a amarte más y a fortalecerte para la vida.
3. No idealices el amor
En ocasiones las personas suelen amar a alguien que han idealizado como el ser más perfecto sobre la faz de la tierra, y esa es quizás una de las razones por las cuales más se sufre la pérdida.
El amor debe ser real y correspondido, eso requiere que lo sientas con cada milímetro de piel. Por eso, para que sea sano, cuando el amor llegue de nuevo a tu vida procura no idealizar a quien amas, ya que empezarás a verle como alguien que no es y de quien esperas mucho más de lo que posiblemente pueda dar. Esa es la raíz del sufrimiento por ruptura.
4. Averigua qué es lo que no quieres saber del amor
Con una relación se aprende más de lo que se cree y eso incluye lo que uno no quiere saber del amor. Es necesario reflexionar sobre lo que no quieres volver a vivir, por ejemplo: “no deseo una relación donde me ignoran, menosprecian o donde todo es siempre igual”. Esto es a lo que Walter Riso llama “la sabiduría del no”.
5. Ten nuevas experiencias
Una buena forma de empezar de nuevo es retomar intereses que hayas dejado de lado por la relación. Esto te dará la oportunidad de conocer nuevas personas y abrirte a nuevas posibilidades de ser más feliz contigo misma.
Cuando un amor se termina no todo es malo. Algo que a mí me ayuda siempre es pensar que él fue quien perdió al dejarme, pues seguro no va a encontrar a alguien como yo. Puede sonar presumido, pero es verdad. Recuerda, quien te deja es quien pierde.