Diabetes: ¿cómo debemos cuidarnos?
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Tras el diagnóstico, los enfermos deben adaptar su vida a la nueva situación.
La diabetes es una enfermedad que ha alcanzado proporciones epidémicas y su impacto seguirá creciendo en las próximas décadas, principalmente por el aumento de la obesidad, uno de los factores de riesgo más importantes. En el Día Mundial de la Diabetes, 14 de noviembre, repasamos el panorama actual y ofrecemos algunos cuidados para controlar esta patología y prevenir otras.
La diabetes es una enfermedad crónica que se produce cuando el páncreas no genera insulina suficiente o el organismo no la utiliza eficazmente.
Según datos de este año de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de personas con diabetes se ha multiplicado casi por cuatro desde 1980, hasta llegar a 422 millones de adultos, la mayoría de los cuales viven en países en desarrollo. La Federación Internacional de Diabetes (FND) estima que para el año 2040, más de 600 millones de personas padecerán esta enfermedad a nivel mundial.
Tras el diagnóstico, los enfermos deben adaptar su vida a la nueva situación. La convivencia diaria con la diabetes implica una atención especial a los aumentos desproporcionados de azúcar en la sangre, lo que se conoce como hiperglucemia, y también a la disminución de estos niveles, convencionalmente por debajo de 70 mg/dl.
Estos desajustes deben evitarse con el autocontrol de la glucosa y de las dosis de medicación, la práctica de ejercicio físico y una alimentación adecuada.
La Sociedad Española de Diabetes (SED) ha advertido de que una diabetes no controlada puede derivar en ceguera y ha informado de que el 35% de las personas diagnosticadas padecen retinopatía diabética y el 7% edema macular diabético.
Estas alteraciones deben prevenirse a través de controles oculares periódicos, con una frecuencia mínima de una vez al año, porque una rápida actuación asegurará unos mejores resultados para preservar la visión.
En cuanto a la afectación renal, la diabetes puede ocasionar una nefropatía diabética, por lo que es muy importante controlar la presión arterial para proteger los riñones de un mayor daño, así como el colesterol.
Además, alrededor del 15% de las personas que padecen diabetes desarrollará afecciones en los pies, las más comunes son la neuropatía (pérdida de sensibilidad) y la enfermedad vascular periférica, ha destacado el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana.
Estas patologías requieren de un tratamiento adecuado, ya que si se complican gravemente por los problemas de cicatrización podrían terminar en amputación.
Por esta razón, se recomienda utilizar un calzado adecuado, cuidar especialmente la higiene de los pies e hidratarlos a diario para combatir la sequedad y prevenir fisuras e infecciones, así como realizar exploraciones visuales diarias para descartar lesiones