Uno de los más valiosos recuerdos que tengo de mi propia infancia es escuchar a mi mamá cantar canciones a mis hermanas a la hora de dormir. Esas canciones llenas de amor, las cuales han pasado de abuelas a madres por muchas generaciones, ahora las uso yo también cuando arrullo a mis pequeños en la hora de la siesta.
EARLY YEARS: Cantar con Significado, el secreto para estimular el desarrollo del lenguaje en niños
Las canciones son uno de los instrumentos más valiosos para el desarrollo del lenguaje en la primera infancia.
El lenguaje es ritmo y los bebés al nacer empiezan a detectar estas pequeñas melodías para después unir los sonidos con palabras; luego, serán capaces de formar oraciones usando el vocabulario que ya saben. Teniendo en cuenta este hecho, el uso de canciones dentro de la crianza o en el aula de educación inicial, permite a los bebés y niños ir comprendiendo la estructura gramatical del lenguaje que les rodea.
Hay muchos tipos de canciones infantiles. La pedagoga musical Tita Maya las clasifica de este modo: las hay de cuna o de arrullo como el clásico “Señora Santana, ¿por qué llora el niño?”; hay de caricias como “Sana, sana, colita de rana” que pueden curar un golpe o caída, y canciones de conexión como “Pom, pom, muchachito barrigón”. Las familias o educadores pueden ir explorando el repertorio tradicional y seleccionar las que mejor funcionen.
En mis años como educadora de inicial, he usado también canciones para otros propósitos como practicar el conteo, marcar rutinas, promover conductas positivas, etc. Siempre he observado que es mucho más significativo para los niños trabajar, por ejemplo, el conteo al cantar con ellos “Five Little Ducks” mostrando los 5 patitos de plástico, que si se les presenta una hoja donde deben trazar el número 5 y colorear los patos.
Ahora bien, ¿pasará lo mismo si se les presentan estas canciones en un video en el celular o tablet? Sabemos que, actualmente, podemos encontrar en YouTube o Spotify un gran repertorio de canciones y videos infantiles; aun así, la respuesta es: no.
El lenguaje también es una habilidad que necesita interacción humana. Los niños necesitan observar los ojos de mamá al cantarles, escuchar que cambian los tonos cuando papá hace la voz del lobo y replicarle a la educadora que “no, Bartolito el gallo, no hace como perro”.
Por esto, mamá, papá, abuelitos, tíos, docentes, comparto uno de mis más preciados instrumentos en mis años como docente para el desarrollo del lenguaje en la primera infancia: cantar.
Cuando no sepas qué hacer, canta; cuando parezca que los niños no escuchan, canta. Canta, pero canta con el alma, y esos pequeños niños te escucharán. Y sí, el lenguaje empezará a fluir. Cuando menos lo esperes, escucharás una voz infantil cantando cómo “tres pececitos se fueron a nadar”.