María Elena García Hernández dice que ha sido muy feliz durante su vida, una en la que ha abierto caminos para que las mujeres estudien lo que deseen, incluso carreras que históricamente se pensaba que eran solo para hombres. Dice que con su vida “rompió el techo de cristal” al ingresar a una de las universidades del estado, donde los hombres no solo entraban para estudiar, sino también para reafirmar su masculinidad.