La característica principal que debe tener un líder
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Parece que la tecnología está tomando mayor holgura más rápido que nunca. ¿Qué necesitan hacer los líderes para aprovecharla sin desplazar a los trabajadores humanos?
En 1589 el inventor William Lee solicitó a la reina Isabel I una patente sobre un nuevo tipo de máquina que podía producir medias de mayor calidad que las que los tejedores podían fabricar a mano. La reina le negó su patente, diciendo: "considera lo que la invención podría hacer a mis pobres súbditos. Sin duda les traería la ruina al privarlos de empleo, convirtiéndolos así en mendigos". A pesar del revés de Lee, a lo largo de los siguientes tres siglos, el Reino Unido se convirtió en el líder mundial en la fabricación textil.
Se le ha llamado el "miedo al desempleo tecnológico" y los trabajadores han sospechado de él durante siglos.
Pero hoy, a medida que los avances robóticos realizan más de los trabajos mecánicos e intelectuales que han sido el pilar de millones de empleados, los impactos son sorprendentes. Parece que la tecnología está tomando mayor holgura más rápido que nunca. Los EE.UU., por ejemplo, se han transformado de una sociedad agraria a una industria manufacturera, y ahora se está volviendo más dependiente de los servicios y la tecnología para el éxito económico. Las personas y las empresas que son ágiles y están dispuestas a adaptarse lo hacen bastante bien. Otros que son resistentes al cambio parecen estar quedándose atrás en la carrera.
Sin embargo, las compañías que están emergiendo con mayor éxito parecen entender los crecientes deseos humanistas de su fuerza de trabajo. Si bien muchas de las empresas están experimentando dificultades para atraer trabajadores de calidad, una serie de empresas visionarias están atrayendo a una avalancha de solicitantes talentosos. ¿Por qué? Tomemos el caso de Cotopaxi. Bajo el hábil liderazgo de Davis Smith, la compañía no solo ofrece productos de calidad, sino que también incorpora un impacto social positivo en su misión principal. El sitio web de la compañía lo dice todo:
"En Cotopaxi, nos gusta sacudir las cosas. ¿A esos restos de tela sobrante? Los estamos transformando en equipo. ¿A la vieja manera de aislar una chaqueta? Estamos usando fibra de llama. Al adoptar un enfoque ingenioso y considerado para el diseño de productos, creemos que podemos ayudar a tener un impacto positivo en el mundo".
Una parte importante de hacer frente al cambio es la comprensión de que los humanos son animales sociales. Queremos involucrarnos con los demás, escuchar historias y experiencias de otros y crear nuevas ideas con ellos. Entre las capacidades humanas más esenciales está la empatía, una característica que nunca será reemplazada por máquinas, ni siquiera las máquinas que reciben y expresan emociónes. Aspirar a una oficina aislada parece hoy menos importante. Por el contrario, además de ganarse la vida dignamente, muchos de los trabajadores de hoy desean mejorar la vida de los demás. Al igual que Cotopaxi, muchos de los líderes emergentes de la industria son parte de un movimiento global para utilizar los negocios como una fuerza para el bien.
Mirando hacia la fuerza de trabajo del futuro, el Foro Económico Mundial dice: "Las empresas ya no pueden ser consumidores pasivos de capital humano preparado. Requieren una nueva mentalidad para satisfacer sus necesidades de talento".
En los últimos años he tenido el privilegio de visitar una serie de empresas de más rápido crecimiento que, para mí, demuestran el nuevo entorno de trabajo de hoy y están ayudando a alimentar la economía. Se están adaptando para cambiar interna y externamente.
Si no has sido testigo, déjame que te lo describa. Los nuevos lugares de trabajo son transparentes y democráticos y están comprometidos con la diversidad y la inclusión. Los empleados trabajan en equipos; se sientan en la misma mesa, independientemente de su posición; no tienen cubículos u otras barreras físicas; hablan abiertamente y en colaboración; usan ropa casual; no necesariamente se adhieren a estrictas horas de trabajo; sus salas de juntas son de cristal transparente sin persianas; si la sala está programada para una hora, todos entienden que se van a esa hora.
Nadie es más importante que el otro, es una organización democrática; no hay un sistema interno de castas, todos se juntan para hacer el trabajo; son intencionales sobre la inclusión de todo tipo y la raza de personas, porque entienden que la diversidad y la inclusión no son necesariamente lo mismo y ambas ayudan al resultado final; les importa cómo sus empleados y productos impactan a la sociedad; no tienen miedo de probar nuevas formas de hacer negocios; son impacientes con la burocracia y, debido a estas prácticas, están haciendo muy difícil el que otras compañías "roben" a su gente talentosa.
Este es el nuevo ambiente de trabajo dentro de la nueva economía. Está aquí para quedarse y seguirá
haciéndonos mejores personas y más próspera a nuestra economía. Necesitaremos no solo adaptarnos al cambio, sino acogerlo. En palabras de John Kotter, los buenos gerentes ayudan a las organizaciones a enfrentar la complejidad. Por otro lado, los líderes auténticos ayudan a las organizaciones a hacer frente al cambio.
Patricia W. Jones es directora ejecutiva del Women's Leadership Institute, una organización 501 (c) 3 con sede en la Cámara de Salt Lake. Ella fue cofundadora y ex presidenta de Dan Jones & Associates.