"No me voy de Nicaragua ni pago lo que no debo”: Ernesto Cardenal

Vida
/ 17 febrero 2017

Caenal recibió una notificación judicial instándolo a pagar casi 800 mil dólares por "daños y perjuicios" en un antiguo conflicto de propiedad en Solentiname, la isla donde en la década de 1960 fundó una comunidad de poetas y pintores campesinos.

Esto es algo personal, sí, pero todos están en riesgo en Nicaragua porque vivimos en una dictadura, bajo el poder absoluto de Daniel Ortega y su mujer"...

Agobiado por una millonaria multa que la Justicia de Nicaragua le obliga a pagar, el poeta y sacerdote Ernesto Cardenal se declara un "perseguido político", pero descarta cualquier forma de capitulación.

"Ni me voy de Nicaragua ni pago lo que no debo", afirma tajante durante una entrevista exclusiva con la agencia dpa en su casa del reparto Los Robles de Managua, sencillamente decorada con cuadros de pintores primitivistas y coloridos peces en móviles de madera.

El escritor de 92 años recibió hace días una notificación judicial instándolo a pagar casi 800.000 dólares por "daños y perjuicios" en un antiguo conflicto de propiedad en Solentiname, la isla donde en la década de 1960 el célebre autor de "Oración por Marilyn Monroe" fundó una comunidad de poetas y pintores campesinos.

En 2002, una ex socia de Cardenal, Nubia Arcia, decidió demandarlo y reclamar un hotel y varios terrenos de la isla como "herencia" de su difunto esposo, un discípulo del sacerdote que administraba esas propiedades. Arcia es apoyada en el caso por su actual cónyuge, un empresario alemán que se dedica hoy en día al turismo.

Si bien Cardenal fue absuelto hace siete años, la demanda parece haberse reactivado ahora, provocando sorpresa y condenas de numerosos escritores del mundo.

Desde Alemania, México, España y Chile muchos ofrecieron recibir al premiado autor de "Epigramas" como asilado político, gesto que él agradece.

"No estoy saliendo de Nicaragua. No salgo. No tengo por qué salir", asegura el escritor.

Al ser preguntado si pagaría la multa, si tuviera el dinero. Cardenal responde tajante: "No. Yo no debo nada, todo es falso. Es parte de la persecución en mi contra", insiste sentado en su silla de ruedas.

"Esto es algo personal, sí, pero todos están en riesgo en Nicaragua porque vivimos en una dictadura, bajo el poder absoluto de Daniel Ortega y su mujer", denuncia.

Pese a sus preocupaciones y los achaques de la edad, el laureado poeta prepara las maletas para viajar a Alemania, donde el próximo 4 de marzo recibirá el doctorado Honoris Causa en la Universidad de Wuppertal y recorrerá varias ciudades del país.

"En Wuppertal se publicaron mis primeros libros, allí fui ‘descubierto’ para el mundo por Hermann Shulz, de la editorial Peter Hammer Verlag. De manera que el homenaje que me harán a mí será también mi homenaje de gratitud a la ciudad de Wuppertal y especialmente a Hermann Shulz", expresa. Y sonríe por primera vez.

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