¿Qué significa que la Tierra alcance su máxima velocidad y cómo nos afecta?
El pasado 3 de enero, a las 8:00 pm (hora del centro de México), el planeta Tierra alcanzó su máxima velocidad en el viaje alrededor del Sol
Los fenómenos que pasan fuera de nuestra vista y no logramos comprender, son los que más nos llenan de curiosidad y de los que más queremos conocer; un ejemplo de ello es lo que sucede en el espacio exterior y con nuestro planeta. En esta ocasión te contamos sobre lo que significa que la Tierra alcance su máxima velocidad y cómo es que esto nos afecta.
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El pasado 3 de enero, a las 8:00 pm (hora del centro de México), el planeta Tierra alcanzó su máxima velocidad en el viaje alrededor del Sol. Este fenómeno astronómico recibe el nombre perihelio, y sirve para nombrar el punto más cercano entre nuestro planeta y el Sol, dejando una distancia aproximada de 147 millones de kilómetros de distancia entre ambos.
Nuestro planeta aceleró su trayectoria unos 3 mil 240 km/h para llegar a una traslación máxima de 110 mil 700 kilómetros por hora. Este fenómeno no es cosa nueva ni de investigaciones recientes, pues en el siglo XV el astrónomo y matemático Johannes Kepler, observó y describió este evento en la segunda ley de Kepler.
De acuerdo con la segunda ley de Kepler, mientras los planetas se acercan más al Sol, mayor será su velocidad de traslación, recordemos que esta actividad tiene el nombre de perihelio. Mientras que el contraste es llamado afelio, el cual describe el punto más lejano a nuestra estrella, esto significa que la traslación será más lenta.
Ahora, ¿cómo nos afecta este movimiento terrestre? La realidad es que para nosotros este movimiento es imperceptible, es decir, no podemos sentir la aceleración ni la desaceleración, así que nuestro día a día puede desarrollarse con normalidad. Lo único que sucede es que el recorrido orbital de la Tierra al ser más rápido, hace que nos “queden” seis horas extras cada cuatro años, es por ello que en febrero se agrega un día más, lo que da paso al año bisiesto, justo el que estamos viviendo (2024), el cual tiene 366 días.
