10 actos para lograr ser prósperos
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Solemos pensar que la prosperidad se genera cuando tenemos abundancia económica o cuando somos exitosos en los negocios. Pero la realidad es que más que algo tangible o medible, la prosperidad se trata de la calidad y el valor que se le da a lo que uno tiene, valorar-reconocer y agradecer las bendiciones y de crear un estilo de vida en el que la persona fluya, esté abierto a dar, recibir y a merecer.
La prosperidad radica en la capacidad para crear bienestar y abundancia. Cuando comencemos a ser prósperos espiritual, mental, intelectual y físicamente, comenzaremos a atraer mucho más de lo que deseamos, merecemos y queremos lograr.
La prosperidad fluye cuando los criterios están movidos en lo correcto. Si nuestros criterios están movidos en lo material, tal vez jamás lleguemos a sentir que cubrimos con todas las necesidades. Cunado buscamos prosperidad material, buscamos erradicar toda preocupación económica, pero éstas siempre estarán presentes a lo largo de la vida. Walt Disney decía que quería dinero para hacer más películas, lo que él buscaba era hacer su pasión. Su criterio era utilizar el dinero como una herramienta y un recurso para seguir su pasión. La clave para comenzar a atraer la prosperidad está en nuestra manera de pensar y cambiar mecanismos.
¿Cómo ser prospero? Comienza a vivir estas actitudes diarias y conviértelas en hábito. Comienza por proponerte en vivir un día de prosperidad y verás cómo cambiará tu vida.
1.Empieza el día siendo prospero. A medida que tus pensamientos sean abundantes y positivos, concentrarás tu energía en lo prospero. Dedica de 5 a 10 minutos de tu día, preferentemente levantándote a pensar en la abundancia que posees y no en los problemas que tienes por resolver.
2.¿Cómo pensar abundantemente? Declara que hoy tendrás un día maravilloso, imagínate feliz y alegre, decreta momentos donde te sientas en paz y pleno, realizándote en lo que te gusta. Visualiza esas acciones llenas de energía, paciencia, amabilidad y tolerancia. Al comenzar con energía positiva, atraerás actitudes, pensamientos y acciones prósperas.
3.Haz una lista por las cuáles te sientes agradecido y tenla a un lado de tu cama. Comprométete con repasarla cada día. La gratitud abre el flujo de la prosperidad y nos da esa sensación de bendición.
4.Afirma y decreta lo que quieres lograr. Recuerda que tus pensamientos y tus palabras se convierten en tus acciones. Concéntrate en afirmar eso que quieres manifestar en tu vida en presente y cómo si ya es un hecho. Decrétalo y luego déjaselo a Dios y al Universo.
5.Determina una acción concreta para avanzar en lograr eso que quieres.
6.Cuando te invada la ansiedad, preocupación o alguna sensación negativa, respira y regálate unos momentos. Dite a ti mismo: “Decido fluir en esta situación y no voy a dejar que me controle.” Perdemos el control de nosotros mismos cuando nos dejamos llevar por la ira o el descontrol del carácter. Todo esto genera bloqueos de energía positiva. Busca la forma de cómo canalizar esa energía negativa para que no te cambie tu día y tus actitudes hacia los demás.
7.Cuando te invada la negatividad, contra-intenciones, pensamientos inconscientes o un pensamiento de algo que no deseas, di: “Cancelado”. Recuerda que en ocasiones nuestras creencias y mecanismos se activan para prevenir fracasos o impedirte avanzar. Elige cancelar las creencias que te hacen sentirte poco merecedor o te hacen sentir menos que otros.
8.Sonríe y bendice a otros. Recuerda que los demás reciben de ti lo que tu les transmites y les das. ¿Qué quieres que los demás reciban de ti?
9.Sé generoso. Recuerda que a medida que damos el universo se encarga de regresártelo. Cuando damos generosamente, enviamos un mensaje al inconsciente de que tenemos abundancia y que compartimos. Al distribuir bienes y bendiciones, lo estás haciendo para ti también. No escatimes en dar, eso regresará a ti de forma multiplicada. Reparte en la iglesia, alguien en la calle, alguna oportunidad que se te presente.
10.Al terminar tu día, dedica igual de 5 a 10 minutos para concentrarte en apreciar todo lo positivo y bueno que viviste en tu día. Recuerda que tus pensamientos generan tus emociones. Si vibras en lo positivo generarás esa paz interior, esa sensación de plenitud. Te sorprenderás de las muchas cosas positivas que te suceden a diario pero que no reconoces. Una buena idea que puedes implementar es tener un diario de gratitud o en una agenda que tengas a un lado de tu cama, escribe una oración con tu aprendizaje o gozo de ese día.
Recuerda que la prosperidad es un estado interior que se genera con tus pensamientos y acciones. No podemos ser prósperos o atraer prosperidad si estamos invadidos de cargas negativas, nos quejamos todo el tiempo, estamos enojados con la vida o vivimos constantemente con el “poco”, “apenas”, “no hay”, “no es suficiente”. Comenzarás a atraer prosperidad cuando tus actitudes y pensamientos se encaminen hacia la bendición, lo positivo, el dar, la gratitud y tu enfoque en lo que quieres lograr.
“En mi corazón, yo acepto mi ser perfecto. Acepto que la paz y el amor se hallan dentro de mi. La prosperidad universal fluye en mi interior y se manifiesta en mi vida. Yo atraigo a mi vida amor, luz, alegría, felicidad, salud y abundancia, y así es.”