Abre la puerta santa en la iglesia de Cuatrociénegas
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El Obispo Raúl Vera se reunió con sacerdotes y feligreses en el Auditorio Municipal para partir juntos al templo bicentenario dedicado a San José, en el primer cuadro de la ciudad
Cuatro Ciénegas, Coahuila.- Como parte de las acciones del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, el obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, abrió la puerta santa del templo catedral del Pueblo Mágico.
Momentos antes de las 17:00 horas, el representante de la iglesia católica se reunió con sacerdotes y feligreses en el Auditorio Municipal para partir juntos al templo bicentenario dedicado a San José, en el primer cuadro de la ciudad.
Raúl Vera comunicó que el año jubilar de la misericordia que convocó el Papa Francisco, es un año de gracia y libertad que inició el pasado 8 de diciembre, el cual se debe utilizar para pedir perdón de los pecados y enmendar el daño que se hizo a las personas.
“Aunque los años jubilares son cada 25 años, el ultimo fue en el 2000, el Papa convocó a un año de jubileo extraordinario de la misericordia porque quiere que la gente experimente la misericordia de Dios”, comentó.
El obispo dijo que después de abrir la puerta de la misericordia en la catedral de Saltillo, acordó con el Consejo Presbiteríal abrir otras puertas santas en 14 iglesias de la Diócesis, incluyendo la iglesia de San José de Cuatro Ciénegas.
Informó que las puertas santas se abrieron en la parroquia del Refugio en el municipio de Sierra Mojada, otra en Arteaga, en Monclova fue la del Santuario de Guadalupe, el templo parroquial de Santiago Apóstol y la iglesia San Francisco.
En Saltillo además del templo catedral, se abrió en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en la Sagrada Familia, en Santa María Goretti, en el Señor de la Misericordia y en la San José.
También abrió puertas santas en la iglesia San Francisco de General Cepeda y en la iglesia Santa María de las Parras en el municipio de Parras de la Fuente.
“El Papa Francisco quiere que todos descarguemos las deudas que tenemos con Dios porque nuestros pecados también generan deudas, pero se nos olvida que tenemos que reparar los daños, sobre todo que hagamos más sensibles nuestros corazones y perdonemos a los enemigos”, indicó.