En una cantina de Saltillo le cantan a Lupe Tijerina
COMPARTIR
Tijerina inmortalizó esa melodía ícono de la música norteña y muchas otras
“Nooooo, no te preocupes por mí, aquí todo sigue igual, como cuando estabas tú....”. Pareciera que con esa letra de la canción “No hay novedad”, los fara-fara, esos que cantan en las cantinas de Saltillo, se estaban despidiendo ayer de Lupe Tijerina.
Guadalupe Fidencio Tijerina murió de un infarto, después de completar lo que fue la última presentación de su vida, en San Luis Potosí, terminando así una historia iniciada en 1974.
Junto con Homero Guerrero, con quien conformó Los Cadetes de Linares en su época dorada, Tijerina inmortalizó esa melodía ícono de la música norteña y muchas otras, que dejará como legado para los amantes de la música regional.
Ayer, en las cantinas de la ciudad, la música de Tijerina, menos que nunca, podía faltar.
“Una palomita blanca, de piquito colorado, ayer yo la vi llorando, en las cumbres de un guayabo…”, de inspiración de Tijerina, sonaba ayer en una de las tantos lugares donde dicen que se van a ahogar las penas.