Aranceles ya no... pero el gobierno de AMLO aún encara una tendencia económica negativa

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El gobierno ha enviado "señales de incertidumbre" a los mercados e inversionistas con decisiones como cancelar el aeropuerto en Texcoco o insistir en la construcción de la refinería Dos Bocas
Por Arturo Daen/@ArturoDaen para Animal Político
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador aún debe hacer frente a una tendencia económica negativa en el país, a pesar de que se alcanzó un acuerdo con Estados Unidos y se logró suspender la aplicación de aranceles a los productos mexicanos, aliviando los temores de una guerra comercial.
“Sentimos que está bien la economía”, dijo López Obrador este 7 de junio. Sin embargo, reportes oficiales y las agencias calificadoras ponen en entredicho la afirmación del presidente, y la expectativa es que al menos este año México no cumpla con las metas planteadas por la propia administración federal.
Valeria Moy, economista, comentó a Animal Político que si bien en el primer trimestre los datos fueron negativos, todavía no se puede decir que hay una recesión económica, o incluso ser alarmistas y anticipar que habrá una crisis. Lo que hay en este momento es una contracción, dijo, lo que se conoce como una desaceleración de la economía.
Entre otras razones, explicó, porque el gobierno ha enviado “señales de incertidumbre” a los mercados e inversionistas, cambiando las reglas del juego y tomando decisiones como cancelar el aeropuerto en Texcoco y las subastas eléctricas, o insistir en la construcción de la refinería Dos Bocas y las pistas en Santa Lucía, pese a las voces del sector privado que cuestionan los resultados que puedan tener dichos proyectos.
Analistas del sector energético coincidieron respecto a la incertidumbre, la falta de un plan convincente para rescatar y darle sustentabilidad a Pemex, ya que las calificadoras consideran que su esfuerzo aún es insuficiente.
Malas calificaciones e indicadores a la baja
El miércoles pasado, la agencia calificadora Fitch redujo un nivel la calificación sobre la deuda soberana de México, mientras que Moody’s cambió su perspectiva de estable a negativo.
En ambos casos, las agencias apuntaron hacia Pemex y su problema de deuda y producción, como un factor que juega en contra del país, que pone en duda su capacidad de pago hacia el futuro.
Lo anterior, además de los factores de la tensión comercial con Estados Unidos, y los “niveles menores de inversión que reflejan una confianza menor de las empresas” en el país.
Apenas un día después de ese anuncio, las mismas agencias bajaron la calificación y perspectiva de la petrolera.
Para Fitch, la empresa perdió su grado de inversión (mismo que mantiene con Moody’s y S&P), lo que el gobierno de López Obrador, que ha apostado por el rescate de Pemex, reprochó como un enfoque “desafortunado”.
A esos reportes de las calificadoras se suman datos recientes que dio a conocer el Inegi, sobre la economía mexicana.
“Ya sabíamos que las cifras de consumo e inversión para marzo serían malas, pero no que tan mal”, opinó el economista Jonathan Heath, en su cuenta de Twitter.
El consumo de los hogares cayó 1.5% respecto al mes anterior, la inversión en maquinaria y construcción disminuyó 3.0%, y la actividad económica global del país (IGAE) disminuyó 0.6% en marzo.
Otro punto a considerar, ya que repercute en el crecimiento económico, es que en abril la inversión física, el gasto en infraestructura, fue de 41,645.3 millones de pesos, 27.3% menos que el mismo mes del año pasado.
Al hacer una comparación por cuatrimestre, fue 16.8% menor, lo que habla de que, por ahora, la infraestructura no ha detonado como un factor para detonar la economía, el mercado interno y el empleo.
Un dato más: en la encuesta presentada por el Banco de México, entre 39 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero, solo el 5% consideró en abril que era un buen momento para invertir en México… y esa cifra cayó a cero en mayo.
Un 62%, en cambio, consideró que es un mal momento para hacer inversiones en el país.
Niveles como el de la crisis mundial de 2009... Lee la nota completa en Animal Político