Buscan que Gran Acuífero Maya sea declarado patrimonio mixto
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El sitio abarca 248 cenotes, entradas a las cavernas sumergidas, y en él han sido encontrados 198 contextos arqueológicos.
CIUDAD DE MÉXICO.- Las investigaciones en las cuevas de Sac Actun, el sistema de cavernas inundadas más grande del mundo, en la Península de Yucatán, revelaron un centro de peregrinación ritual y posible vínculo entre los habitantes prehistóricos de la zona con la cosmología maya, dijo ayer el arqueólogo Guillermo de Anda.
De Anda, director del Gran Acuífero Maya (GAM), proyecto de investigación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, refirió en conferencia de prensa que el sitio abarca 248 cenotes, entradas a las cavernas sumergidas, y en él han sido encontrados 198 contextos arqueológicos.
De ellos, 138 contextos son mayas y los demás pertenecen al periodo precerámico, que se extiende desde la llegada de los primeros habitantes desde Asia hace más de 10 mil años hasta hace unos 4 mil años, aproximadamente.
"Este es el sitio arqueológico sumergido más importante del mundo", aseveró De Anda.
En cuanto a los vestigios mayas, apuntó que han sido descubiertos muros, pasajes y altares que podrían datar de épocas anteriores a la ocupación de la zona por parte de esta cultura. También destaca un contexto funerario de origen maya, como lo atestigua la presencia de restos humanos y una ofrenda cerámica asociada.
Asimismo, se encuentran fragmentos de un incensario que al parecer posee la representación del dios maya del comercio, Ek Chuak, parte de una ofrenda vinculada con una estructura maya del periodo Posclásico (900-1200 d.C.), cuyas escalinatas circundan el espejo de agua, lo que sugiere un culto al cenote, y un patrón de asentamiento asociado al mismo.
"Estamos ante un fenómeno muy claro de apropiación de los espacios sagrados, de los cenotes, de las cuevas y de la modificación que hicieron los antiguos mayas", señaló el experto.
Apuntó que este sistema de cuevas está muy cerca de la costa del Caribe, que durante el Postclásico era parte de las rutas de navegación de los comerciantes mayas.
"Esto era un punto de entrada a las tierras interiores. Los tenían que seguir rutas terrestres bien establecidas. Una hipótesis es que los comerciantes tendrían esto como punto de peregrinaje ritual. En su caminar hacia tierra adentro, tendrían que hacer paradas (...) en lugares sagrados", expuso.