Canadá y México, limitados ante aranceles de EU
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Si Washington decide aplicar impuestos de seguridad nacional a la importación de estos productos procedentes de sus socios del T-MEC, como ya lo anunció contra Canadá, las represalias solo podrán darse contra productos estadounidenses vinculados a estos sectores
Canadá anunció el viernes que aplicará represalias contra Estados Unidos por la reimposición de aranceles a sus exportaciones de aluminio en las aduanas estadounidenses, pero ya no podrá contar con la posibilidad de usar el mecanismo de carrusel, al igual que México si llegara a ser afectado por aranceles de este tipo, un logro del presidente Donald Trump.
El gobierno canadiense informó el viernes que impondrá en un mes represalias contra productos estadounidenses con valor de unos 2,700 millones de dólares en respuesta a la decisión del presidente Trump de reinstaurar aranceles de 10% sobre las importaciones de aluminio canadiense.
Canadá se limitará a imponer estas represalias contra productos vinculados al aluminio, pero no contra productos agroalimentarios, donde hay una mayor sensibilidad económica y política y, por tanto, mayor presión de revertir la medida estadounidense.
El mecanismo de carrusel permite rotar los productos con aranceles para propiciar incertidumbre sobre quiénes serán los nuevos exportadores afectados.
La viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland, calificó la decisión de Trump como “absurda” y anunció que el primer ministro, Justin Trudeau, abrirá durante un mes “un período de consultas sobre una larga lista detallada de productos que contienen aluminio”.
En mayo del 2019, Estados Unidos anunció un convenio con Canadá y México para eliminar los aranceles de la Sección 232 para las importaciones de acero y aluminio de esos países y para la quita de todos los aranceles impuestos a productos estadounidenses como represalia.
La Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR, por su sigla en inglés) especificó entonces que el acuerdo prevé un “monitoreo agresivo” y un mecanismo para evitar “aumentos repentinos” en las importaciones de los dos metales.