Carme Forcadell, la dama de hierro del independentismo catalán

Internacional
/ 11 enero 2018

Su primer gran papel en el movimiento separatista catalán lo tuvo al frente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que, junto con Òmnium Cultural, impulsó las grandes manifestaciones independentistas celebradas en el último lustro.

Estoy absolutamente convencida de que vamos a ser independientes"...

Ni las advertencias del Tribunal Constitucional ni las decisiones judiciales amedrentaron durante los dos últimos años a Carme Forcadell, la independentista que dirigió con mano férrea las convulsas sesiones del Parlamento de Cataluña con el fin de guiar a la región hacia la independencia de España.

"No nos hemos doblegado, no hemos cedido, nos hemos mantenido firmes en nuestras obligaciones, que es garantizar el debate libre en este Parlamento", dijo hoy al anunciar que no repetirá al frente de la Cámara regional en la legislatura que se abre tras las elecciones catalanas del 21 de diciembre, que fueron convocadas por Madrid.

La considerada "dama de hierro" del independentismo catalán nació en 1955 en la localidad catalana de Cherta (Tarragona) en el seno de una familia humilde. Tras licenciarse en Filosofía y Ciencias de la Información, trabajó como redactora en televisión y como profesora.

Ya siendo una independentista convencida entró en política en Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el partido que en la pasada legislatura fue socio del destituido Gobierno de Carles Puigdemont.

Su primer gran papel en el movimiento separatista catalán lo tuvo al frente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), organización civil que, junto con Òmnium Cultural, impulsó las grandes manifestaciones independentistas celebradas en el último lustro en Cataluña.

$!Carme Forcadell, la dama de hierro del independentismo catalán

"Estoy absolutamente convencida de que vamos a ser independientes", dijo en una entrevista con el diario "Huffington Post" después de la consulta soberanista celebrada en noviembre de 2014 en Cataluña.

Un año después, y con esa convicción, se convirtió en presidenta del Parlamento catalán. En ese cargo desafió las advertencias de la Justicia española y de los propios letrados de la Cámara y permitió la aprobación de las llamadas "leyes de ruptura" los pasados 6 y 7 de septiembre, que regularon el polémico referéndum del 1 de octubre.

Lo hizo con medio hemiciclo vacío: la oposición lo abandonó en señal de protesta. La imagen se repitió cuando Forcadell volvió a pasar por alto cualquier aviso y permitió que el Parlamento regional aprobara el 27 de octubre crear una república independiente en Cataluña.

El Gobierno español de Mariano Rajoy respondió con la intervención de la autonomía catalana, la disolución del "Parlament" y la convocatoria de elecciones en la región. La Justicia abrió una investigación contra los miembros del Ejecutivo catalán de Carles Puigdemont y contra miembros del "Parlament", incluida Forcadell.

La indepedentista, investigada por rebelión, sedición y malversación, fue enviada a prisión bajo fianza. Tras una noche entre rejas, fue puesta en libertad a cambio del pago de 150,000 euros.

Hoy adelantó que su renuncia a repetir como presidenta del "Parlament" no supone una retirada de la política. "Continuaré trabajando para este país", advirtió.

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