Cataluña es una de las regiones más prósperas de España
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Asociaciones y colectivos económicos españoles se han mostrado estos días en contra del referéndum soberanista unilateral convocado por el Gobierno catalán para el 1 de octubre y prohibido por la Justicia.
Durante décadas, Cataluña ha estado a la cabeza de España en industria y desarrollo económico. La región es una de las más prósperas del país y ahora, en medio del desafío secesionista impulsado por su Gobierno, algunas voces alertan de posibles riesgos para la economía catalana y la española.
El ministro de Economía español, Luis de Guindos, advirtió hace unos días de que una eventual independencia de Cataluña de España tendría una repercusión "muy negativa" para la economía de la región y vaticinó que su PIB podría caer entre el 25 y el 30 por ciento. "El empobrecimiento de la sociedad catalana sería brutal", dijo.
No obstante, aseguró que los inversores no conciben una posible secesión ya que de momento no se ha detectado "ningún tipo de deslocalización" de empresas en la región, en sus palabras. "La independencia no tiene nigún sentido desde el punto de vista económico, aparte de todas las cuestiones legales", puntualizó.
Asociaciones y colectivos económicos españoles se han mostrado estos días en contra del referéndum soberanista unilateral convocado por el Gobierno catalán para el 1 de octubre y prohibido por la Justicia.
"Existe un problema político de gran envergadura que debe afrontarse con la mayor urgencia posible y sentido constructivo para que no afecte a la convivencia social y la prosperidad económica", alertó la patronal española CEOE. "Una hipotética secesión perjudicaría a toda España, pero muy especialmente a Cataluña, no sólo por la ruptura de esa relación, sino también por dejar de pertenecer a la Unión Europea", advirtió también en un comunicado el Círculo de Empresarios.
Desde el Gobierno catalán, por otro lado, aseguran que una Cataluña independiente de España sería económicamente viable. "Por supuesto. Cataluña representa en torno al 20 por ciento del PIB español y (...) y tiene más de 7,000 multinacionales", explica a dpa Ramon Tremosa, economista y eurodiputado del partido catalán PdeCat, uno de los dos que integran la coalición que gobierna en Cataluña, Junts pel Sí.
"La demanda de tráfico aéreo y aerolíneas crece más rápido que en Madrid. El puerto está batiendo récords de tráfico de contenedores y número de cruceros cada año. Realmente creo que ésta es la última de las preocupaciones de Cataluña", añade el político.
La región, con 7,5 millones de habitantes, es hoy la primera economía de España con un Producto Interior Bruto (PIB) de 204,600 millones de euros, lo que supone un 19 por ciento del PIB español. Su renta per capita es de 27,663 euros, frente a los 24,100 de media nacional.
También su tasa de desempleo mejora la media española, con un 13.20 por ciento de la población activa sin trabajo frente al 17.22 por ciento de la media del país, según datos del segundo trimestre de 2017 publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En industria destaca el sector automovilístico, con dos grandes fabricantes como Seat y Nissan instalados en la región. Y su punto débil es la deuda. A día de hoy, la región se sitúa a la cabeza de España con 75,443 millones de euros, lo que supone un 378 por ciento más que hace diez años, según datos del Banco de España.
La crisis económica mundial desatada tras la quiebra de Lehman Brothers en 2008 golpeó a España y el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera no dejaron indemne a Cataluña, uno de los motores industriales y económicos del país.
"Hay una relación entre crisis, desempleo y separatismo. Son agentes concatenados que nos llevan a la situación actual", explica a dpa Ferrán Brunet, profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y miembro del colectivo Sociedad Civil Catalana.
Otros factores relacionados con el repunte del secesionismo catalán fueron la decisión del Tribunal Constitucional de anular en 2010 algunos puntos del nuevo Estatuto de Autonomía catalán, una suerte de Constitución regional, y la corrupción política destapada en España.
"Los populismos construyen su proyecto en torno a una gran mentira. Y en el caso del independentismo catalán, esa mentira es 'España nos roba'", aseguró hace unos días un miembro del Gobierno español en un encuentro con periodistas en La Moncloa.
La idea de que Cataluña aporta a España más de lo que recibe germinó en la cabeza de muchos catalanes, que solicitaron un régimen fiscal propio. Pero no es la única región española en esta situación. Según un informe publicado a principios de septiembre por el Ministerio de Hacienda, el déficit fiscal de Cataluña en 2014 era de 9.892 millones de euros, frente a los 19.205 millones que "pierde" Madrid.
También la Comunidad Valenciana y Baleares, ambas en el este de España, registran un déficit fiscal de 1,735 millones (1.78% del PIB) y 1,516 millones de euros (1.77% del PIB), respectivamente. "Es un tema de progresividad del sistema fiscal español", explica Brunet.
El experto advierte de que con una eventual secesión las condiciones comerciales cambiarían para Cataluña, tanto a la hora de exportar al resto de España como a Europa. "Habría un corralito financiero porque quedaría fuera de la Unión Europea (UE) y del euro. Cataluña necesitaría emitir una divisa y habría una devaluación", explica.
"La secesión, que supondría un crac económico, no se producirá. Pero sí se está produciendo una importante confrontación social que tiene implicaciones económicas. Hemos calculado que el coste asciende al 3 por ciento del PIB. Porque hay empresas e inversiones que huyen y hay boicots a productos de gran consumo", añade.