CEO de Volkswagen se disculpa ante Obama por escándalo de motores

Internacional
/ 28 abril 2016

El ejecutivo contó que le aseguró a Obama que haría todo lo posible por hallar una solución también en interés de los empleados y sus familias.

Tuve dos escasos minutos para hablar con él y le pedí perdón por lo ocurrido"...

El presidente ejecutivo de Volkswagen, Matthias Müller, se disculpó personalmente ante el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por la manipulación sistemática de motores que fue descubierta en ese país.

"Tuve dos escasos minutos para hablar con él y le pedí perdón por lo ocurrido", señaló Müller al presentar hoy el balance de la empresa de 2015, con pérdidas récord de casi 1.600 millones de euros (1,800 millones de dólares) causadas por los efectos del fraude de los motores diésel.

Müller tuvo ocasión de hablar con el mandatario norteamericano durante la visita que realizó éste a la Feria Industrial de Hannover el pasado fin de semana. El ejecutivo contó que le aseguró a Obama que haría todo lo posible por hallar una solución también en interés de los empleados y sus familias.

"Le pedí que Estados Unidos tendiese un puente. No hablamos más en concreto", indicó.

Müller agregó que las conversaciones con las autoridades estadounidenses están siendo constructivas, también los contactos con la secretaria de Comercio, Penny Pritzker. "Podemos encarar las próximas conversaciones con confianza".

Volkswagen deberá afrontar pagos millonarios por multas y pleitos legales por haber instalado un software ilegal en los motores de unos 580,000 automóviles en Estados Unidos para simular menores emisiones de gases contaminantes.

La automotriz alemana llegó la semana pasada a un arreglo extrajudicial con las autoridades para la recompra de coches, la llamada a talleres y el pago de indemnizaciones a los propietarios afectados.

"El grupo Volkswagen es lo suficientemente robusto como para afrontar esta carga financiera", aseguró Müller en rueda de prensa en la sede de la compañía en Wolfsburgo.

Müller destacó que la llamada a talleres y las reparaciones de los coches equipados con el software para manipular las emisiones seguirán siendo la "tarea más importante hasta que haya sido puesto en orden el último de los vehículos afectados".

"Sabemos que hemos decepcionado a mucha gente, gente que había confiado en Volkswagen", admitió, para asegurar acto seguido que "Volksagen es más que crisis".

El máximo responsable del grupo, que engloba 12 marcas, señaló que planea desarrollar servicios de movilidad como el modelo de alquiler temporal de vehículos "car sharing" o de compartirlos a través del "ride sharing".

El segundo mayor fabricante de automóviles del mundo también espera poder lanzar de aquí a 2020 unos 20 nuevos modelos de coches de propulsión eléctrica.

Müller también se disculpó por las demoras en las llamadas a talleres de los 2.5 millones de vehículos dotados en Alemania con el software ilegal.

"No estamos tan avanzados como quisiéramos", dijo el directivo y explicó que el grupo se había visto obligado a cambiar el cronograma por problemas en las revisiones de los modelos Passat.

Tras reportar ganancias de 10,850 millones de euros en 2014, Volkswagen registró en 2015 pérdidas de 1.580 millones de euros por la manipulación de los motores.

Pese al escándalo, Volkswagen superó a la japonesa Toyota para convertirse en el mayor vendedor de coches del mundo en el primer trimestre del año, merced a un sólido rendimiento en el mercado de China. Los resultados antes de intereses e impuestos (EBIT) en China treparon de 5,180 millones a 5,210 millones de euros este año.

 

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