DEA detuvo a 600 integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación en seis meses

Internacional
/ 11 marzo 2020

Este grupo criminal ha sido como uno de los grupos criminales productores de metanfetamina más prolíficos del mundo

La DEA (Administración para el Control de Drogas) informó que en seis meses detuvo a 600 integrantes del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), liderado presuntamente por Rubén Oseguera Cervantes, El Mencho.

Las capturas forman parte del Proyecto Python, una operación interinstitucional dirigida que abarca todas las investigaciones globales y las actividades de interrupción relacionadas dirigidas CJNG.

El proyecto derivó además en 350 acusaciones, así como importantes incautaciones de dinero y drogas al CNJG, señalado como uno de los principales grupos criminales transnacionales.

De acuerdo con el administrador interino de la DEA, Uttam Dhillon, "este proyecto estratégico y coordinado ejemplifica la misión de la DEA: desorganizar, desmantelar y destruir organizaciones de narcotráfico en todo el mundo y llevar a sus líderes ante la justicia". 

El cártel Jalisco Nueva Generación, detalló la DEA, es una de las organizaciones criminales de más rápido crecimiento en México, y se encuentra entre los productores de metanfetamina más prolíficos del mundo. 

$!DEA detuvo a 600 integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación en seis meses

Asimismo el Departamento de Justicia y la DEA anunciaron una acusación sustituida por los cargos de presunta empresa criminal continua contra El Mencho.

El 20 de febrero, Rubén Oseguera González, El Menchito, hijo de El Mencho, fue extraditado de México a Estados Unidos por cargos de presunto tráfico de drogas y uso de armas de fuego en relación con actividades de tráfico de drogas. 

Un semana después, Jessica Johanna Oseguera González, hija de Rubén Oseguera Cervantes, fue arrestada en los Estados Unidos por cargos financieros relacionados con su presunta violación criminal de la Ley de Designación Kingpin de Narcóticos Extranjeros. 

COMENTARIOS

TEMAS
Selección de los editores