Declara Trump desastre en California

NAPA.- El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró ayer desastre mayor en California debido incendios que azotan al norte del estado desde el pasado domingo, los cuales han dejado hasta el momento 15 muertos.

Los decesos se han registrado en los condados de Sonoma, Napa, Mendocino y Yuba a causa del fuego, mismo que ha provocado también la desaparición de al menos 150 personas en la región.

Cerca de dos mil viviendas y edificios comerciales han sido consumidos por los incendios registrados en la zona popular por su producción de vino, donde cerca de 25 mil habitantes han sido evacuados.

La declaración de desastre firmada por el Mandatario estadounidense permite la asignación adicional de fondos al estado de California para una respuesta más inmediata del combate al fuego.

Hasta el momento, el fuego ha consumido más de 45 mil hectáreas de bosque y ha alcanzado zonas residenciales en ciudades como Santa Rosa, en el condado de Sonoma.

El Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California informó un avance de los cuerpos de bomberos que combaten el fuego, aunque al menos 17 incendios permanecen activos.

‘NO ESTÁN SOLOS’
Tras la muerte y destrucción que dejaron a su paso los incendios forestales en California, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, anunció que el estado recibirá toda la ayuda necesaria para su recuperación.

Durante una conferencia de prensa en la Oficina de Servicios de Emergencia del condado de Sacramento (OES), Pence destacó que el presidente Donald Trump aprobó una declaración de desastre mayor para California que ayudará en la respuesta a los incendios forestales en todo el estado.

También, Trump dijo el martes que habló con el gobernador Jerry Brown el lunes por la noche, para decirle que “el gobierno federal estará junto a los residentes de California en este terrible momento de tragedia y necesidad”.

Residentes que pudieron huir a tiempo se mostraron sorprendidos por la velocidad y ferocidad de llamas que convirtieron el incendio en el peor en la historia de California y obligaron al gobernador Jerry Brown a declarar el estado de emergencia.