Demanda guatemalteca al Gobierno de Trump por quitarle a su hijo
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Según la demanda, fueron detenidos por agentes de la patrulla fronteriza y dos días después del arresto, a la mujer le quitaron el niño. Mejía Mejía fue puesta en libertad el 15 de junio y, a día de hoy, aún no tenía con ella a su hijo.
Una mujer guatemalteca a la que separaron de su hijo de siete años tras ser detenida por cruzar ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos demandó hoy a la administración de Donald Trump por ello, pidiendo a la Justicia que ordene al Gobierno que le entregue al niño.
La demanda llega en medio de las críticas y la condena a la administración de Trump por separar familias en la frontera como política para desincentivar la llegada de inmigración ilegal a Estados Unidos. Unos 2,300 niños han sido separados de sus padres desde el 19 de abril, según cifras oficiales.
Medios estadounidenses informaron hoy que Beata Mariana de Jesús Mejía Mejía y su hijo cruzaron el 19 de mayo la frontera cerca de la ciudad de San Luis, en Arizona, en busca de asilo.
Según la demanda, fueron detenidos por agentes de la patrulla fronteriza y dos días después del arresto, a la mujer le quitaron el niño. Mejía Mejía fue puesta en libertad el 15 de junio y, a día de hoy, aún no tenía con ella a su hijo.
En los días que estuvo bajo custodia de la administración, habló en una ocasión por teléfono con el pequeño.
Contra la mujer no se han presentado cargos criminales, según NBC News, por lo que la separación de su hijo ni siquiera entra en los casos en los que la administración Trump defiende que los niños deben ser apartados de sus padres.
El fiscal general del Estado, el ultraconservador Jeff Sessions, ordenó que todos los inmigrantes detenidos tras entrar ilegalmente en el país sean procesados con cargos criminales y eso es lo que lleva a que les quiten a los niños al mandarlos a un centro penitenciario.
Hasta ahora, a los indocumentados detenidos se les imputaban por lo general cargos civiles.
La gran mayoría de los niños apartados de sus progenitores en la frontera procedente del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador), unos países con unas tasas de violencia que se sitúan entre las más altas del mundo.
La ministra de Exteriores de Guatemala, Sandra Jovel, ha cifrado en 465 los menores guatemaltecos que han sido separados de sus padres en la frontera de Estados Unidos con México.
Las imágenes de niños metidos en grandes jaulas en instalaciones, así como una grabación de audio publicada por ProPública en la que se escucha llorar desconsoladamente a niños de entre cuatro y diez años que acaban de ser separados de sus progenitores han causado gran impacto en Estados Unidos.