Donald Trump quiere más disciplina en la Casa Blanca: Asistente
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“Un poco de más disciplina, más estructura”, dijo el asistente sobre la fórmula del presidente
WASHINGTON.- El presidente estadounidense Donald Trump quería más disciplina y estructura en la Casa Blanca y es por eso que escogió a un general retirado para remplazar al despedido Reince Priebus como jefe de despacho, dijo un alto funcionario el domingo.
John Kelly es actualmente secretario de Seguridad Nacional y comienza sus nuevas funciones el lunes en remplazo de Priebus, que ocupó el puesto durante seis meses.
Kelly es uno de varios militares y ex militares, incluyendo el secretario de Defensa Jim Mattis, el jefe del estado mayor conjunto Joseph Dunford y el asesor de seguridad nacional H.R. McMaster, con papeles prominentes en el gobierno.
“Ya sabes que a él (Trump) le gusta trabajar con generales”, dijo el domingo el jefe de presupuesto de la Casa Blanca Mick Mulvaney.
Kelly fue anunciado el viernes como el segundo jefe de despacho en el gobierno de Trump y planeaba comenzar a trabajar el lunes, remplazando a Priebus, el ex presidente del partido republicano, cuya salida había sido objeto de conjeturas y llega en medio de disputas internas y turbulencia en el equipo presidencial.
Priebus fue “enormemente efectivo, pero probablemente demasiado relajado e independiente en la forma en que conducía la oficina” que lo que quería Trump, declaró Mulvaney en el programa “State of the Union” de la CNN.
Añadió que Trump quiere “un poco de más disciplina, más estructura” y “le gusta trabajar con generales”.
Trump, en su anuncio el viernes del nombramiento en Twitter, llamó al general retirado “un gran estadounidense” y un gran líder. “John ha hecho además un trabajo espectacular en Seguridad Nacional. Ha sido una verdadera estrella de mi gobierno”.
Priebus mantuvo el puesto por menos de 200 días, el término más corto para un primer seleccionado presidencial para jefe de despacho desde el establecimiento de la posición en 1946. Muchos en la Casa Blanca lo culparon por el fracaso de la ley de salud en el Congreso, diciendo que sus lazos con republicanos en el Capitolio deberían haber garantizado la aprobación.