“Dustin Hoffman me acosó sexualmente cuando tenía 17 años”: ayudante en la producción

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/ 2 noviembre 2017

Una mujer acusa al actor de manosearla en un rodaje en 1985, a través de un artículo en 'The Hollywood Reporter'

"Esta es una historia que he contado tantas veces que a veces me sorprende cuando alguien que conozco no la ha escuchado". Así arranca el texto de Anna Graham Hunter. Públicamente, sin embargo, el relato de la escritora no se conocía hasta hoy, cuando ella misma lo ha narrado, en un artículo en The Hollywood Reporter. El titular es inequívoco: Dustin Hoffman me acosó sexualmente cuando yo tenía 17 años. Era enero de 1985. El actor, a la sazón, tenía 47.

El texto ofrece un detallado relato, de más de 2.000 palabras, de lo que la autora sufrió durante el rodaje de la serie televisiva Muerte de un viajante, que el actor protagonizaba y donde Graham Hunter trabajaba como ayudante en la producción. Entre otros episodios, asegura que Hoffman le pidió el primer día en el set que le hiciera un masaje en los pies, que le agarró de las nalgas, que coqueteó con ella y que una mañana, cuando acudió a preguntarle qué quería para el desayuno, el actor contestó: "Un huevo muy cocido y un clítoris poco cocido". Hoffman, contactado por The Hollywood Reporter, ha respondido: "Tengo el máximo respeto por las mujeres y me siento terriblemente mal si cualquier cosa que haya podido hacer le pueda haber causado incomodidad. Lo siento. No refleja quién soy".  

Tras una introducción en la que repasa los hechos principales, la autora recuerda que le encantaron "muchas cosas" de las cinco semanas que pasó en el rodaje y añade: "Y sí, amé también las atenciones de Dustin Hoffman. Hasta que dejé de hacerlo". A partir de ahí, Graham Hunter rescata varios fragmentos de un diario que escribió y envió a su hermana mientras trabajaba en Muerte de un viajante y que volvió a leer "recientemente por primera vez". En sus páginas, la autora había apuntado varios episodios incómodos con el intérprete: cuando, durante un día de rodaje, insistió para saber si la joven había tenido relaciones sexuales el fin de semana anterior; o cuando aprovechó un paseo para tocarle cuatro veces las nalgas, pese a su resistencia.

"Hoy he descubierto algunas cosas de esta industria que me asustan. Ante todo, Dustin es un libidinoso. Estoy totalmente desilusionada", escribe el 31 de enero de 1985. Graham Hunter recuerda como Hoffman le gritó, delante de todo el equipo de rodaje, "¿entonces crees que soy un cerdo machista, eh?" y como, a partir de entonces, el comportamiento del actor mejoró sensiblemente durante unos días: "Supongo que se siente muy culpable". El diario también incluye un momento en los que otra mujer del equipo la invita a no dramatizar el acoso y simplemente resistirse y seguir adelante, y otro en el que la propia autora reflexiona: "Nadie es bueno o malo al 100%. Dustin es un cerdo, pero me gusta mucho".

 

La autora se centra, tras varios fragmentos del relato, en analizarlos a posteriori. Explica que por un lado aun le duele en el corazón leer lo que sufrió de joven y pensar en qué habría sido de ella si hubiese querido quedarse en la industria cinematográfica. También asegura que, pese a todo, le sigue gustando ver a Hoffman actuando y que últimamente repasó algunos de sus filmes y hasta le pareció "sexi". "¿Es raro?", le preguntó por mensaje de texto a su hermana. Finalmente, la autora defiende que hoy sabe lo que entonces, como adolescente, no tenía claro: "Fue un depredador, yo era una niña, y eso fue acoso sexual".

La denuncia pública de Graham Hunter se suma a la que el actor Anthony Rapp lanzó esta semana contra Kevin Spacey, al que acusó de insinuársele sexualmente cuando él tenía 14 años y el intérprete, hoy célebre protagonista de series como House of Cards, 26. Más en general, la caja de Pandora se abrió hace tres semanas, cuando una investigación de The New York Times hizo público el testimonio de una decena de mujeres, que acusaban al todopoderoso productor y distribuidor de Hollywood Harvey Weinstein de abusar de ellas, acosarlas o prometerles avances en su carrera a cambio de favores sexuales. A partir de ahí, más actrices, excolaboradoras o exsecretarias de Weinstein alzaron la voz en su contra, tanto que ahora hay unos 60 testimonios de presuntos acosos, que cubren además varias décadas de carrera del productor, ya desde los años setenta.

Muchas de ellas, por ejemplo la directora y actriz italiana Asia Argento, explicaron que no denunciaron los hechos hasta hoy por miedo a ser marginadas o que su carrera fuera "aplastada". Sin embargo, una vez que el escándalo Weinstein se ha hecho público, decenas de mujeres más han relatado los acosos sufridos, en el mundo del cine, del arte o de la música. Y la campaña #metoo anima a las usuarias a compartir en Internet, públicamente, los abusos de los que son o han sido víctimas.

 

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