El arte nos salva: Un sueño solidario que se volvió realidad
COMPARTIR
Andrea Badillo y Any Martínez apoyaron con su libro a los niños daminficados del temblor del pasado septiembre
El 15 de octubre pasado, VANGUARDIA publicó una entrevista con las artistas Any Martínez y Andrea Badillo, quienes desarrollaron el proyecto “El arte nos salva: Libro para colorear”, con el que buscaban apoyar a los niños damnificados por los recientes terremotos en el centro del país usando el arte como método para aliviar sus penas y entender las circunstancias de estas catástrofes.
Ahora, después de una temporada en la Ciudad de México y Morelos, donde participaron en brigadas con varios grupos de pequeños, entregándoles los libros y dándoles talleres de arte, volvimos a platicar con ellas para que nos contaran sus experiencias y los resultados que obtuvieron.
“La respuesta fue muy buena, pero no sólo de los niños, también los padres y familiares se acercaban a conocer el proyecto, ver las actividades y pues quedaban satisfechos. Incluso hubo personas que no llevaban a sus niños pero nos comentaban que tenían hijos o sobrinos en casa y nos pedía algún librito para llevárselos”, comentó Any.
Del 20 de octubre al 4 de noviembre dedicaron su tiempo a estas brigadas, iniciando con un grupo de alrededor de 50 niños del colegio Rébsamen. Esta actividad se realizó en coordinación con la Escuela de Artes La Esmeralda, institución que desde que se enteró del proyecto las involucró con sus esfuerzos en apoyo a los damnificados.
También acudieron al albergue de Cafetales en Coyoacán y al pueblo morelense de Tetela del Volcán. “Empezábamos platicando con los niños, jugando un poquito con ellos. En el caso de Cafetales les leímos el libro ‘Julieta y su caja de colores’ de Carlos Pellicer, que trata de cómo los colores o el arte pueden ayudar a expresar muchas cosas, a crear nuevos, hacer magia”, explicó Any.
“Entregamos un mandala también para colorear, con una bandera que decía ‘Fuerza México’, lo imprimimos gracias a una donación privada pero nos lo diseñó una niña de 13 o 14 años que vive en Ciudad de México, que cuando se enteró del proyectó dijo: ‘Si, el arte nos salva, y el arte también nos une’”, nos contó Andrea Badillo. Valeria Patiño se acercó a Andrea durante los primeros días de las brigadas y les ofreció su ayuda.
“A ella le tocó el temblor en la escuela y quería colaborar. Se decide hacer este diseño totalmente de ella para llevarlo por separado e iniciar con esa actividad antes de darles a los niños el libro”.
“En Tetela del Volcán ayudamos en otras actividades y luego ya cuando teníamos más tiempo empezamos dibujando sobre el piso con gises. Duramos bastante rato, venían niños y se acercaban, luego se iban y llegaban otros, hicieron algunos dibujos colectivos, luego procedimos a leerles el libro y lo demás”, añadió Any.
Dado que se trata de una zona rural, también apoyaron en las llamadas brigadas de regularización, en las que asesoraron a los jóvenes con tareas escolares, pues la actual situación ha impedido el desarrollo normal del ciclo escolar y los padres, aunque lo deseen, no pueden apoyar mucho, ya que no poseen los conocimientos académicos para hacerlo.
Destacaron cuando incluso los topos, además de felicitarles por su trabajo, se pusieron a colorear el libro. “Un día, después de la brigada que tuvieron de demolición, regresaron, comieron y se pusieron a pintar, mientras unos estaban en un simulacro de primeros auxilios”, dijo Andrea.
“La respuesta ha sido muy buena. Y se ve cuando están coloreando que lo están entendiendo, porque hacen preguntas, a los hermanos mayores, a los amigos, a nosotras mismas nos preguntan, nos han llegado fotos a la página de Facebook que estoy casi segura que son los niños que agarran la cuenta de sus papás o hermanos y nos enseñan cómo ya terminaron de colorearlo”, comentó Badillo.
Aún existe un tiraje de mil 600 ejemplares que está en espera de conseguir los recursos para ir y ser repartido en la CDMX. Comentaron que ya están en contacto con una imprenta, gracias a la cual se ahorrarían el traslado de los libros. De momento, se puede seguir su trabajo, además de encontrar fotografías de las actividades de estas brigadas, en la página de Facebook “El arte nos salva”, como muestra de que tal lema, en efecto, tiene fundamento.