El 'me canso ganso' de AMLO y sus promesas económicas vistas desde dichos populares mexicanos
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La incertidumbre por las decisiones tomadas por el recién nacido Gobierno Federal desde el proceso de transición sexenal, condiciona el futuro de la economía del País
Las riquezas abusan de los que no saben cómo usarlas. Andrés Manuel López Obrador acaba de asumir la Presidencia de la República y, ahora sí, debe cumplir sus más importantes compromisos porque prometer no empobrece, pero –marcadamente en política– el pez por la boca muere.
En campaña, el Jefe del Ejecutivo Federal tenía claro que en boca cerrada no entran moscas; sin embargo, a cada pájaro le gusta oír su propio canto; de ahí la importancia de recordar que del plato a la boca, se cae la sopa.
Y pese a que cuanto menos se diga, menos hay que rectificar, López Obrador debe tranquilizar con sus dichos a los mercados financieros del mundo y mantener una economía que beneficie a todos los mexicanos, primordialmente a los más pobres. Bajo la premisa de que del ahorro viene el logro y viene la posesión, el primer Presidente originario de Tabasco estableció que en su gestión la economía de México crecerá 4 por ciento.
Recordó que en tres décadas el crecimiento anual promedio tuvo solo 2 por ciento de alza anual, y planteó que la economía puede crecer al doble, cuando menos al 4 por ciento.
“Esto se va a lograr con la participación del sector privado, del sector social y del sector público, en armonía”, dijo AMLO tras una reunión con el Consejo Mexicano de Negocios, en julio pasado.
Dios ayuda a los pobres porque los ricos pueden ayudarse a sí mismos. El fundador de Morena prometió elevar el salario mínimo 15.6 por ciento cada año, para que al fin del sexenio llegue a 171 pesos más la inflación generada en el periodo. Hoy el salario mínimo es de 88.36 pesos.
Al respecto, como las palabras son las palabras pero es el dinero el que adquiere tierras, se contempla que en 2019 el salario mínimo aumente de 88.36 a 101 pesos, equivalente a 14.3 por ciento más, para situarlo arriba de las necesidades básicas de cualquier mexicano.
“Ahora por Ley, porque lo voy a establecer en la Constitución, no va a haber nunca un aumento salarial por debajo de la inflación, cuando menos la inflación”, declaró.
Como la bolsa del paciente prolonga su curación, para no elevar impuestos los responsables de los dineros públicos tienen que mantener el Impuesto sobre la Renta (ISR) en un tope de 35 por ciento y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en 16 por ciento.
El objetivo anterior implica que el llamado ‘gobierno de la Cuarta Transformación’ deba buscar otras fuentes de financiamiento para un mayor gasto social y de inversión. Bien se sabe que la balanza no distingue entre el oro y el plomo.
López Obrador busca ahorrar hasta 400 mil millones de pesos recortando salarios a altos funcionarios, gastos por celulares, asesorías, autos y servicios personales, para redireccionarlos a gasto social e inversión.
Además, sostiene, “no habrá necesidad de aumentar impuestos en términos reales ni endeudar al País. Tampoco habrá gasolinazos”. A ver si la carga que uno ha escogido no se siente.
El 8 de noviembre, la fracción parlamentaria de Morena en el Senado presentó una iniciativa de reforma para prohibir o reducir el cobro de 13 comisiones bancarias y las instituciones financieras se pusieron a la defensiva: Tienes tratos diarios con el diablo y finges que te asusta un ratón.
A la mañana siguiente, AMLO juró y perjuró que no habría cambios al marco legal económico y fiscal los primeros tres años de su administración. Los senadores morenistas, no obstante, se dicen preparados para revivir ese proyecto en 2019, porque si el dinero no es tu sirviente, será tu amo.
Días después –Lejos de los tribunales, lejos de cuidados– Morena volvió a la carga. Resulta que entregó otra iniciativa, ahora para reformar la Ley Minera, con el fin de aumentar la regulación a las actividades de la industria y permitir cancelar concesiones en zonas inviables de explotación.
En otro frente, porque si debes dinero para pagarlo en Semana Santa, la Cuaresma te parecerá corta, López Obrador aseveró que “en materia económica, se respetará la autonomía del Banco de México; el nuevo gobierno mantendrá disciplina financiera y fiscal; se reconocerán los compromisos contraídos con empresas y bancos nacionales y extranjeros”.
Como Jaime es diestro en todo y maestro en nada, AMLO arrancará el programa ‘Jóvenes construyendo el futuro’, que pretende garantizar el derecho a la educación y empleo a los ‘ninis’.
“Se les va a contratar como aprendices para que tengan trabajo. Los empresarios van a actuar como tutores”, detalló. “El gobierno va a transferir a las empresas recursos del Estado para pagar la nómina de estos jóvenes. Se va a atender a 2.6 millones de jóvenes”.
Sansón era un hombre fuerte, pero no podía pagar en monedas antes de tenerlas. El programa tendría una inversión de 108 mil millones de pesos y cada joven tendrá un sueldo base de 3 mil 600 pesos proporcionado por el gobierno.
Sobre la base de que la fortuna ayuda a los que se ayudan a sí mismos, un aspecto polémico de la política energética del gobierno lopezobradorista, es ubicar a la refinación de hidrocarburos en México como eje del proyecto económico.
El político tabasqueño informó que se construirá una refinería en su estado, con una inversión estimada de 160 mil millones de pesos en tres años. Asimismo, planea invertir en dos años otros 49 mil millones de pesos para rehabilitar las refinerías que ya operan en el País.
“La meta es que en tres años tengamos esa nueva refinería, tengamos rehabilitadas las seis refinerías y a mediados del sexenio vamos a dejar de comprar la gasolina en el extranjero”, señaló.
Porque el zorro que se duerme no caza gallinas, en la Comisión Federal de Electricidad se invertirán en 2019 unos 20 mil millones de pesos para modernizar sus plantas generadoras de energía eléctrica y reducir la compra de electricidad a empresas privadas.
Y de combustibles hablando, AMLO dijo que la primera mitad de su gestión las tarifas de gasolinas, gas, diésel y energía eléctrica aumentarán sólo en términos de la inflación. Más aún, el Mandatario federal afirma que van a bajar los precios y los insumos.
Otra prioridad para este sexenio es aumentar la inversión pública en proyectos de infraestructura. La cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco –Destruye al león cuando sólo es un cachorro–, encendió las alarmas entre los inversores del mundo. Y la incertidumbre creció con el anuncio del tendido del Tren Maya, que irá de Cancún a Palenque.
Lo dice un proverbio: las riquezas, como el estiércol, no sirven para nada hasta que las esparcen.
LA ECONOMÍA
> 2% creció el PIB anual en el sexenio peñista.
> 4% crecería el PIB anual en el nuevo gobierno.
> 3,600 pesos ganará cada joven en programa de empleo.
> 160 mil millones de pesos en tres años van a una refinería.
> 0.7% del PIB constará la cancelación de aeropuerto en Texcoco.
> 120 mil o 150 mil millones de pesos costará el Tren Maya.
> 1.7% y 2.7% es el rango de crecimiento estimado en 2019.