En Serie Mundial mucho por demostrar

Béisbol
/ 20 octubre 2020

Dodgers busca confirmar que son equipo a vencer, mientras que Kershaw espera superar su maldición de playoffs; Rays tiene una cuenta pendiente desde 2008

DALLAS.- El duelo de la Serie Mundial entre los Dodgers de Los Ángeles y los Rays de Tampa Bay tiene la peculiaridad de enfrentar a los dos mejores de la temporada regular, y un choque de organizaciones con la impronta de Andrew Friedman.

Friedman fue el director de operaciones de beisbol de los Rays entre 2004-05 y luego el gerente general hasta que se marchó en octubre de 2014 para convertirse en el presidente de operaciones de los Dodgers.

El retirado primera base James Loney, veterano de ambos clubes, describe a los Rays como “guerreros”.

“Siempre dando pelea. Pero siempre con la convicción de que éramos el mejor domingo”, señaló el domingo. “Nunca sentí que salíamos a jugar en inferioridad. No nos importaba quién era el pitcher rival. No nos importaba el tipo de alineación en contra. Teníamos esa mentalidad y creo que los Rays de este año tienen lo mismo”.

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“Ambos equipos están comprometidos en ganar y encontrar el mínimo resquicio para lograrlo”, añadió Loney, quien jugó para los Dodgers entre 2006-11 y los Rays entre 2013-15. “Los Rays son reconocidos por el análisis estadísticos y de buscar la manera de superar a equipos fuertes: ¿Usar un relevista en una situación poco ortodoxa? Y los Dodgers, creo que entramos en esa onda hacia el final de mi carrera”.

Pese al abreviado calendario y expansión de los playoffs, se trata de apenas la cuarta vez que los equipos con las mejores marcas de cada liga se miden por el campeonato desde que fueron reconfiguradas en tres divisiones en 1995.

Con el reinante MVP de la liga Cody Bellinger, el recién llegado Mookie Betts y el mánager Dave Roberts, los Dodgers registraron marca de 43-17, la mejor de Las Mayores por ocho victorias. Voltearon un déficit 3-1 en la Serie de Campeonato de la Nacional al vencer 4-3 con un jonrón postrero de Bellinger en el séptimo juego para avanzar al Clásico de Otoño por tercera vez en cuatro años.

De la mano del novato sensación Randy Arozarena y el manejo magistral de un talentoso bullpen por parte del piloto Kevin Cash, los Rays cerraron 40-20 y encabezaron la Americana por cuatro victorias. También triunfaron en siete juegos en la serie por el campeonato de la liga, venciendo 4-2 a Houston para acceder a la segunda Serie Mundial de su historia.

“Vamos a tener una Serie Mundial muy entretenida”, dijo Bellinger.

En virtud de su mejor récord, Los Ángeles dispone de la “ventaja de local” en una Serie Mundial en territorio neutral a partir del martes en Arlington, Texas. Les tocará el último turno en los primeros dos juegos y en el sexto y séptimo, de ser necesario.

“Desde el momento que se pudo poner en marcha la temporada, una vez que se pudo tener un protocolo para jugar con el COVID-19, todo el mundo nos puso en la Serie Mundial. Nuestra expectativa era llegar a la Serie Mundial”, dijo Kiké Hernández, el puertorriqueño que salió como emergente y empató el séptimo juego con un jonrón en el sexto inning.

Se permitirá la presencia de 11 mil aficionados en el Globe Life Field, la nueva casa de los Rangers de Texas, con un techo retráctil, en cada juego.

Corey Seager y AJ Pollock también se destacan en la ofensiva de los Dodgers, con Walker Buehler y Clayton Kershaw como las bazas de su rotación abridora.

Los Ángeles ganó su banderín 24 de la Nacional tras superar a Milwaukee, San Diego y Atlanta, pero no alcanza la cima de las mayores desde 1988. Perdieron en siete juegos ante Houston en el clásico de 2017 y luego en cinco contra Boston al año siguiente.

La mitad de los banderines de los Dodgers han sido ganados desde que se mudaron de Brooklyn a Los Ángeles tras la campaña de 1957.

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Tampa Bay dice presente en una Serie Mundial por apenas segunda vez, y es una de las seis actuales franquicia que nunca se ha consagrado campeón, junto a Colorado, Milwaukee, Texas, San Diego y Seattle. Los Rays sucumbieron ante Filadelfia en cinco juegos en 2008.

Mientras que los Dodgers lideraron las mayores con un gasto de nómina prorrateado de 95.6 millones de dólares al 1 de agosto, los Rays figuraron en el puesto 28 entre los 30 clubes, al desembolsar 29-3 millones. Sólo Baltimore (23.8 millones) y Pittsburgh (23.6 millones) gastaron menos.

La ofensiva de Tampa Bay tiene jugadores de poco renombre. El bateador más productivo de los Rays durante la campaña fue Brandon Lowe con 14 jonrones y 37 impulsadas, pero se ha desmoronado a un promedio de .115 (6 hits en 52 turnos) con dos impulsadas en los playoffs.

El cubano Arozarena ha sido la revelación de la postemporada, con un promedio de .382 con siete jonrones y 10 impulsadas. El pitcheo ha sido la clave, con Tyler Glasnow, Blake Snell y Charlie Morton amansando a Toronto, los Yanquis de Nueva York y Houston. Tampa Bay también es conocido por sus métodos innovadores, como ocasionalmente poner a cuatro jardineros.

Desde que la postemporada se duplicó a ocho equipos en 1995, las únicas Series Mundiales con los mejores de la campaña regular fueron la que Atlanta le ganó a Cleveland en 1995, la victoria de los Yanquis sobre los Bravos en 1999 y el triunfo de Boston sobre San Luis en 2013, todas en seis juegos.

La postemporada siguió creciendo, expandiéndose a 10 equipos en 2012 y a 16 este año, cuando la pandemia de coronavirus provocó una campaña abreviada.

Los Rays y Dodgers se han medido muy poco, apenas 17 veces. Los Ángeles ganó 10 de los juegos.

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