Este es el tiempo debe esperar una pareja para casarse

Vida
/ 15 marzo 2016

Una antropóloga estadounidense encontró la respuesta

¿Existe una edad perfecta para casarse? La ciencia dijo que sí. Un estudio realizado por Nick Wolfinger, sociólogo de la Universidad de Utah, Estados Unidos y publicado por el Instituto de Estudios de la Familia, sugirió que las personas que se casan entre los 28 y 32 se separan menos en los años siguientes.

Pero, ¿existe un momento ideal en la relación para contraer matrimonio? Es que, en cierto modo, casarse es parte del mandato que la sociedad actual carga sobre las parejas, en una época y con una nueva generación que ya no tiene esa tradición casi sagrada en abuelos o padres entre sus ambiciones. Tampoco es irracional que más de la mitad de las parejas que se casan en la actualidad se divorcian.

El tema movilizó a Helen Fisher, reconocida antropóloga estadounidense y experta en comportamiento humano de la Universidad de Indiana, que ha pasado décadas estudiando diferentes aspectos del amor y las relaciones de pareja, concluyendo en una publicación que "esperar dos años antes de casarse podría aumentar las posibilidades de llevar un matrimonio feliz toda la vida".

"El 67% le tiene terror a la idea de divorciarse, y esa puede ser la causa por las que muchas parejas no se casan. Incluso parejas que conviven deciden no hacerlo. El miedo no parte de lo legal, financiero o económico: sino por la caída personal y social que provoca un divorcio", explicó Fisher.

Curiosamente, este miedo de divorcio en realidad está encontrando su forma en los "matrimonios felices", en general, porque "a la gente le toma más tiempo llegarse a conocer unos a otros antes de atar el nudo de la relación", dijo Fisher, quien aclaró que "el tiempo es la única manera de reactivar una parte del cerebro -responsable de la toma de decisiones lógicas y planificadas- que cierra cuando uno de enamora por primera vez o de alguien nuevo, lo que puede explicar el comportamiento irracional de dos personas que están locamente enamorados".

Uno de los problemas con las primeras etapas de intensos sentimientos y pleno amor, según la antropóloga, es que "el romanticisimo provoca que se activen regiones cerebrales relacionadas con la unidad, el deseo, la obsesión o la motivación. Fisher dijo que "algunas regiones cognitivas han evolucionado, mientras que aquellas encargadas de tomar decisiones o planificar el futuro se van cerrando".

En este caso, lo que plantea Fisher, es que conocer a alguien y perdurar la relación durante mucho tiempo permitirá que las decisiones que se tomen sean las correctas. "Uno se da cuenta cómo actúa la persona que tiene al lado con sus padres en Navidad, cómo es con sus amigos o qué hace con su dinero", contó Fisher.

Al final y al cabo, lo que se busca es conseguir un buen comportamiento en pareja durante las situaciones de la vida real. De esta forma, estar dos años en pareja es un tiempo más que suficiente para ver cómo se responde de a dos ante determinadas circunstancias. "Creo que la gente debe casarse cuando sientan reales ganas, pero si fuera yo, esperaría dos años para darle lugar a lo que dicte el cerebro y no el corazón", sentenció Fisher.

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