Federico Axat presenta su novela policiaca “La última salida”

Vida
/ 23 junio 2016

Es una novela sobre lo borrosas que son las fronteras de lo que nos define como individuos: Julio Patán

Ingeniero de profesión pero escritor por vocación, Federico Axat (Buenos Aires, 1975) presentó anoche su reciente novela “La última salida” acompañado por su comparsa, el periodista y escritor Julio Patán (Ciudad de México 1968), quien anunció que le haría “preguntas de pases a gol”.

Advertido lo anterior, Patán explicó que siempre “es difícil presentar thrillers, porque si uno dice más de lo debido, le tumba lectores al libro”, por eso, se concretó a informar que en efecto, se trata de un libro inscrito en el género policiaco. Dijo que en sus tiempos “les llamábamos ‘novela policiaca' o ‘novela negra', que en este caso encaja a la perfección”.

Para despertar el interés de las escasas personas que asistieron a la presentación editorial, contó que en la trama, el autor de las novelas “Benjamin” (2010), “El aula 19” (2012) y “El pantano de las mariposas” (2013), describe cómo el protagonista está en su casa, se encuentra sentado, a punto de suicidarse con una pistola y parece estar totalmente decidido.

De pronto, alguien toca insistentemente a la puerta, golpea, llama e insiste con el timbre y eso saca al sujeto de su ensimismamiento. En ese preciso instante, el personaje suicida en marras, descubre una nota en su mesa, con un mensaje que dice “abre la puerta, porque es tu última salida” y a partir de allí se desata la trama ideada por el gaucho Federico Axat.

Para Patán, conforme avanza el siglo XXI se nota cada vez más que la novela policiaca sirve para decir muchas más cosas que una mera trama de resolución de enigmas. “Es un género extraordinariamente vital, comunica muchas cosas y los autores están cada vez más conscientes de ello; esta novela es de un autor que usa todas esas herramientas”.

“La última salida”, de Federico Axat, es una novela negra y de misterio donde “Ted” es rico y tiene una familia perfecta, una esposa y dos hijas adorables. Nadie podría imaginar el motivo que lo ha llevado a tomar la drástica decisión de quitarse la vida. Cuando oye el timbre una y otra vez, su reacción es ignorarlo y apretar el gatillo, de una vez por todas.

Pero entonces descubre una nota escondida entre sus cosas, una nota con su caligrafía que no recuerda haber escrito: “Abre la puerta. Es tu última salida”. Al otro lado de esa puerta encuentra a un desconocido, un tipo de nombre “Lynch”, quien no sólo sabe lo que “Ted” está a punto de hacer, sino que le hace una propuesta difícil que parece muy de rechazar:

Un plan para evitar que su familia sufra las consecuencias de un suicidio. “Ted” acepta pero no imagina que la nota en el escritorio y la oferta de “Lynch” son el comienzo de un juego macabro. Alguien sembró un camino de migajas de pan que “Ted” irá recogiendo. Alguien que lo conoce mejor que nadie, y que lo hará dudar de sus propias motivaciones.

De acuerdo con Julio Patán, es una novela sobre lo borrosas que son las fronteras de lo que nos define como individuos, definición que agradó sobremanera a Federico Axat, quien por cierto, pone como telón de fondo una situación fuera de serie para que el lector abra los ojos y pare las orejas para tratar de descubrir la intencionalidad de toda la trama.

Cuando “Ted” por fin abre la puerta, el extraño, “Lynch”, le hace una propuesta que lo saca de sus pensamientos suicidas para crear una escena literaria desde luego, pero que tiene algo de cinematográfico, lo cual es una característica muy propia del thriller, como lo mencionó Patán.

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