Fernando Soler, un saltillense de oro

Vida
/ 24 mayo 2018

El actor y director perteneció a una de las épocas de mayor apogeo cinematográfico en México; en entrevista con VMAS Cornelio Cepeda, director del Teatro de la Ciudad que lleva su nombre lo recuerda con admiración

La “Dinastía Soler”, cuyos integrantes también son conocidos como los reyes de la Época de Oro del Cine Mexicano, eran una familia de actores y actrices que recorrían todo el país con diversas puestas en escena y que posteriormente incursionaron en el mundo cinematográfico.

Fernando Soler nació un 24 de mayo de 1895 en Saltillo, aunque existe una disputa entre los historiadores sobre su verdadero año de nacimiento. Sus padres fueron el actor Domingo Díaz García y la actriz Irene Pavía Soler, dos artistas españoles que llegaron a México en una compañía teatral en 1895. Durante la Revolución mexicana, el matrimonio Díaz Pavía emigró a los Estados Unidos, donde comenzaron una empresa teatral utilizando el talento de sus hijos, “Cuarteto Infantil Soler” conformado por Fernando, Andrés, Domingo, Julián y Mercedes.

En entrevista con Cornelio Cepeda, director del Teatro de la Ciudad “Fernando Soler”, compartió la admiración siente hacia el primer actor que logró trabajar hombro a hombro con personalidades como Tin-Tan, Pedro Infante y Jorge Negrete.

“Creo que el mérito de Don Fernando para ponerle su nombre a nuestro teatro es que cuando hablas del cine mexicano y no hablar de él es tener una conversación incompleta. Es uno de los pilares y maestro de muchas generaciones de actores y él mismo fue una institución viviente, junto con sus padres tuvo su academia de actuación en donde desfilaron muchísimas personalidades”, comentó Cepeda.

Era un gran maestro, a partir de él se instauró el prototipo de un personaje norteño en la historia del cine gracias a su actuación en ‘La Oveja Negra’”

Fernando Soler nos remonta al gran cine mexicano, su debut fue en la película de Gabriel Soria “Chucho el Roto” (1934), en la que encarnó a un humilde ebanista que acaba convirtiéndose en un bandido tras pasar por la cárcel. A partir de ese momento serían numerosas las cintas en las que participaría. Destacan “Refugiados en Madrid” (1938), de Alejandro Galindo; su papel en “La Casa del Ogro” (1939), por el que recibió el premio al Mejor Actor; y “Papacito Lindo” (1939), de Fernando de Fuentes. 

Por aquellos años se desplazó a Hollywood para trabajar en “Verbena Trágica” (1938), de Charles Lamont, y “Los Hijos Mandan” (1939), de Gabriel Soria.

El Teatro de la Ciudad que orgullosamente lleva su nombre, cumplirá el próximo 26 de marzo del 2019 sus primeros 40 años. Pero esta semana también conmemorarán el cumpleaños del este gran actor mexicano, en algunas presentaciones rendirán tributo a él y en sus redes sociales publicarán algunos mensajes de admiración.

“Haremos una conmemoración pública en nuestras redes sociales y esta semana lo recordaremos en algunas obras; en otros años hemos hecho ciclos de cine. Muchos jóvenes hoy en día no conocen el trabajo de Soler, solo porque son cosas ‘viejas’ como ellos dicen, pero cuando ven las películas y analizan sus actuaciones, quedan encantados”, agregó el director del Teatro de la Ciudad.

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