Gimnastas estadounidenses relatan casos de abuso y maltrato
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Trece ex gimnastas estadounidenses y tres entrenadores entrevistados por The Associated Press describieron una cultura de ganar a toda costa, repleta de abusos verbales y emocionales, en la que niñas eran obligadas a entrenar con fracturas y otras lesiones.
Eran niñas que soñaban con ser campeonas olímpicas cuando empezaron a practicar la gimnasia. Ahora son mujeres con lesiones de por vida, ansiedad y trastornos alimenticios.
Se trata de las otras víctimas de USA Gymnastics.
Trece ex gimnastas estadounidenses y tres entrenadores entrevistados por The Associated Press describieron una cultura de ganar a toda costa, repleta de abusos verbales y emocionales, en la que niñas eran obligadas a entrenar con fracturas y otras lesiones. Ese ambiente era aprobado tácitamente por el organismo rector del deporte y fue institucionalizado por Bela y Martha Karolyi, el matrimonio que entrenó a las principales gimnastas del país durante tres décadas.
Las gimnastas accedieron a hablar con la AP, algunas por primera vez, después que salieron a la luz pública los abusos sexuales del ex médico de USA Gymnastics, Larry Nassar, durante las audiencias en las que fue sentenciado a décadas de prisión por abusar de niñas bajo la excusa de que las brindaba tratamiento médico.
El estilo opresivo de los Karolyi fomentó un ambiente tóxico en el que pudo hacer de las suyas un depredador sexual como Nassar, según declararon testigos durante el caso criminal contra el médico y en una demanda contra USA Gymnastics, los Karolyi y otras personas. Las niñas temían retar la autoridad, por lo que Nassar pudo aprovecharse de su vulnerabilidad y, al mismo tiempo, él no se oponía a las estrictas técnicas de entrenamiento de la pareja.
“El (Nassar) era su pequeña marioneta”, dijo Jeannette Antolin, una ex integrante de la selección estadounidense de gimnasia que entrenó con los Karolyi. “El nos dejaba entrenar lesionadas. Ellos (los Karolyi) obtenían lo que querían, y él (Nassar) obtenía lo que quería”.
Las jovencitas prácticamente pasaban hambre, recibían constantes críticas por su físico y tenían que entrenar con fracturas y otras lesiones, según las entrevistas y la demanda. Sus malas dietas y entrenamiento extremo usualmente retrasaban el comienzo de la pubertad, una etapa del desarrollo que para algunos entrenadores era tan perjudicial que hasta se burlaban de las niñas que tenían su primera menstruación.
USA Gymnastics rehusó contestar preguntas para esta historia. Los Karolyi tampoco respondieron cuando se les solicitó comentar al respecto, aunque su abogado negó que hayan cometido abusos.
Algunas gimnastas estadounidenses en Estados Unidos fueron sometidas a métodos de entrenamiento abusivos antes que los Karolyi escaparan de Rumania en 1981. Pero otros entrenadores y ex gimnastas dijeron que los éxitos de la pareja _ incluyendo la puntuación perfecta que recibió la gimnasta rumana Nadia Comaneci _ sirvieron para validar sus técnicas que fomentaron el maltrato de gimnastas estadounidenses hasta los niveles más altos.
Los Karolyi, que ayudaron a la federación estadounidense a ganar 41 medallas olímpicas, incluyendo 13 de oro, durante tres décadas, entrenaron a cientos de gimnastas en sus instalaciones en la zona rural de Huntsville, Texas, conocidas como “el rancho”. Allí elegían a las gimnastas para la selección nacional, y además recibieron millones de dólares de la federación.
No está claro hasta qué punto los Karolyi sabían sobre los abusos sexuales de parte de Nassar, y si tomaron medidas para intentar detenerlo.