Hace Breivik hace saludo nazi al comenzar juicio contra el Estado noruego
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Por motivos de seguridad, el juicio, que durará cuatro días, se celebra en las instalaciones deportivas de la cárcel donde se encuentra preso Breivik.
Anders Behring Breivik, el asesino confeso de 77 personas en un atentado en 2011, hizo hoy ante las cámaras el saludo nazi al comienzo del juicio en el que acusa al Estado noruego de haber violado sus derechos.
Como ya hizo durante el proceso penal de 2012, en el que fue condenado a 21 años de prisión prorrogable, el noruego realizó el saludo frente al tribunal del distrito de Oslo nada más entrar en la sala.
Las alegaciones del reconocido neonazi se basan en que el aislamiento al que está sometido desde hace casi cinco años, que no le permite tener contacto con otros presos ni recibir correspondencia, viola los Artículos 3 y 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que Noruega está obligada a cumplir.
Por motivos de seguridad, el juicio, que durará cuatro días, se celebra en las instalaciones deportivas de la cárcel donde se encuentra preso.
Desde 2011, Breivik no ha mantenido ningún contacto con los demás presos y, desde que su madre falleció en 2013, no ha recibido ninguna visita privada. Su abogado, Øystein Storrvik, alega que en estas condiciones su cliente está incapacitado para construir nuevas relaciones personales.
Por otra parte, ha sido sometido de manera desproporcionada a registros corporales. "Una condena nunca debería ser peor que estar condenado a la pena de muerte", alegó el abogado del preso.
"Tenemos que partir de la base de que Breivik pasará el resto de su vida en la cárcel", asegura. Ahí precisamente radica, según el abogado, la importancia de este asunto para lo que le queda de vida.
El fiscal general Marius Emberlan no ve, sin embargo, ninguna violación de los derechos humanos. "Breivik continúa siendo un hombre muy peligroso", afirmó antes de asegurar que el preso pretende convertirse en un mártir.
El fiscal sostuvo que se debe tener en cuenta que el asesino persigue que su "misión" continúe fuera de la cárcel. La prisión también teme que el noruego pueda influir a otros presos.
Breivik tendrá ocasión de exponer su caso durante tres horas mañana. La resolución tardará unas semanas en llegar.