Hace ya veinte años de los amores
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“Lo importante es celebrar los 240 meses que han transcurrido desde el estreno de Amores perros. Una cinta que, desde el gran escaparate del Festival de Cannes, conquistó al mundo entero”
1.- El tiempo viaja veloz y, para cuando ponemos atención a algún detalle en especial, ya han pasado años enteros. Esto sucede con la reciente celebración de los 20 años del estreno de la película Amores perros del director mexicano Alejandro González Iñárritu. Pareciera que en el imaginario popular, todo lo que se ha hecho en el Siglo XXI es algo reciente. ¡Pero no es así! La mencionada película, protagonizada por Gael García Bernal fue estrenada en el año 2000 así que ya han pasado dos décadas enteras de aquel momento.
2.- De hecho, el vestuario que todos los personajes llevan en la película, ya se siente como “moda retro de los años 90”. Como si fuera una película de época. Si ponemos suficiente atención, descubriremos que deben pasar más de 15 años para que sintamos que determinada moda “ya no viene al caso”. Debido a que las tendencias en vestuario e imagen personal cambian de manera paulatina –no de un día para otro– en el clóset de cada quien conviven prendas nuevas con otras compradas hace 5 años y todo parece de una misma época.
3.- Volviendo a la “antigua” película Amores perros, el aniversario de su estreno sirvió recientemente para reflexionar acerca del modo en que resultó un parteaguas en el cine nacional. Después de esta cinta, se consolidó a nivel internacional la carrera no solo de González Iñárritu, sino la de los directores Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, para convertirse los tres en mexicanos ganadores del Oscar a Mejor Dirección, en un espacio muy breve de tiempo, haciendo realidad la peor y más oscura pesadilla de Donald Trump.
4.- Algo que quizá no es tan obvio en Amores perros, es la forma en que retrata el alto contraste que existe entre las clases sociales de nuestro país. Mientras algunas personas disfrutan de una vida luminosa y llena de comodidades, existen otros quienes, desde el nacimiento, están en contacto con situaciones peligrosas, carencias, falta de lo más elemental y rodeados de un halo constante de tristeza. Mientras que nos negábamos a ver esta realidad, González Iñárritu nos la embarra en el rostro, con crudeza y lujo de detalles.
5.- Además está Gael. Un actor solvente y certero con una personalidad complicada, inaccesible y muchas veces desagradable. Se tenía que decir y se dijo. A partir del año 2000, miles de niños nacidos en México recibieron en su acta de nacimiento el nombre de Gael, lo que implica que esta película fue un verdadero trampolín para la consagraciçón de la carrera de aquel joven que había iniciado haciendo ingenuas telenovelas infantiles en Televisa. Durante este siglo, García Bernal llegó hasta donde él mismo no lo hubiera imaginado.
6.- Hacer cine en los países más importantes de Sudamérica, Hollywood y Europa, bajo las órdenes de directores tan afamados como Almodóvar, Carlos Carrera o Pablo Larraín; y junto a actores tan reconocidos como Brad Pitt, Maggie Gyllenhaal, Amanda Seyfried y Adriana Barraza, proyectó la carrera de Gael García Bernal como una de las más brillantes de nuestro país. Y todo esto ocurrió después de Amores perros. ¿Que la opinión pública piensa que Gael es un pesado y la crítica especializada no lo quiere? A él le importa un pepino.
7.- Ahora lo importante es celebrar los 240 meses que han transcurrido desde el estreno de Amores perros. Una cinta que, desde el gran escaparate del Festival de Cannes, conquistó al mundo entero y catapultó la carrera de muchos. Además hizo que se tomara en serio al cine mexicano a nivel internacional. Atrás habían quedado las horrorosas películas de ficheras, las surrealistas cintas de luchadores contra momias y las ingenuas y moralistas producciones de la llamada Época de Oro. Hoy el cine mexicano es otro.
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