Hillary Clinton, cerca de ser la primera presidenta de EU

Internacional
/ 5 noviembre 2016

Su victoria no es en absoluto segura, aunque las encuestas más recientes la consideran probable. Sin embargo, tanto Clinton como su rival republicano Donald Trump cuentan con unos índices de popularidad históricamente bajos.

Nuestro país tiene una relación complicada con Hillary Clinton"...

Cuando a Hillary Clinton le preguntaron hace poco a qué líder extranjero admiraba más, la candidata presidencial demócrata estaba preparada: respondió rápidamente y, por supuesto, no eligió a un hombre. Optó por Angela Merkel.

Cuando la revista "Forbes" publicó en junio su lista de las mujeres más poderosas del mundo, la canciller alemana apareció en el primer puesto por sexta vez. Clinton estaba segunda, como el año anterior.

Pero si el próximo 8 de noviembre Clinton lograra hacer historia y se convirtiera en la primera presidenta de Estados Unidos, seguramente Merkel y ella intercambiarían los puestos.

Su victoria no es en absoluto segura, aunque las encuestas más recientes la consideran probable. Sin embargo, tanto Clinton como su rival republicano Donald Trump cuentan con unos índices de popularidad históricamente bajos.

"Nuestro país tiene una relación complicada con Hillary Clinton”, asegura Joanne Bamberger, autora del libro "Love her, love her not: The Hillary Paradox" (La amas, no la amas: La paradoja de Hillary).

Clinton ha sido primera dama, senadora y secretaria de Estado. Ha estado en los últimos 25 años continuamente en el ojo público. Todo el mundo parece tener una opinión formada sobre ella, lo que de alguna forma es también su principal obstáculo.

Muchos estadounidenses tienen una imagen negativa de la candidata demócrata: corrupta, intrigante y tramposa. Incluso sus seguidores la ven como una mujer arrogante. Para muchos estadounidenses, Clinton es una política con algo que ocultar.

Hillary Diane Rodham nació el 26 de octubre de 1947 en Chicago. Su padre Hugh Rodham trabajaba en el negocio textil y era republicano. Dicen que su padre dirigía la familia como un sargento. Su madre Dorothy tuvo una niñez difícil, empezó a trabajar pronto y presionó a sus hijos para que estudiaran mucho. Ella era una mujer inteligente que devoraba los libros.

Clinton suele contar en muchos discursos la vida de su madre. Suele presentarla como una mujer muy trabajadora y cariñosa. En la campaña ha puesto a su madre como ejemplo en la lucha por la igualdad de los derechos para las mujeres. Ahora, su propia batalla por la igualdad podría llevarla pronto a la Casa Blanca.

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Durante mucho tiempo evitó hacer referencias a su padre. Pero esto verano (boreal) empezó a ensalzar sus virtudes como empresario ante grandes audiencias en Iowa y Michigan. Le presenta como la personificación del estadounidense de clase media: un hombre de negocios honesto y muy trabajador, el polo opuesto al pretencioso magnate Donald Trump.

Hillary y su marido, el ex presidente Bill Clinton, son un ejemplo de la poderosa maquinaria política y para muchos de las odiadas élites políticas.

La pareja se conoció en la universidad de Yale en 1971 donde los dos estudiaban derecho y eran políticamente activos. Ella rechazó varias propuestas de matrimonio que Bill le hizo, según contaron.

Hillary se fue a trabajar como profesora en la universidad de Arkansas. Tuvo su primera experiencia en los círculos políticos de Washington trabajando para una prestigiosa firma de abogados durante el escándalo de Watergate.

Bill fue elegido gobernador de Arkansas y en 1993 presidente de Estados Unidos. Como primera dama, Hillary luchó por sacar adelante una reforma sanitaria pero su propuesta fracasó en el Congreso.

Después de que su marido dejara la presidencia, Hillary Clinton fue senadora por el estado de Nueva York. En 2008 se presentó a las primarias demócratas pero perdió ante el joven senador Barack Obama. Él fue elegido presidente y ella se convirtió en su secretaria de Estado entre 2009 y 2013.

A lo largo de los años muchos escándalos han empañado su imagen, desde el escándalo inmobiliario en 1990 de Whitewater al ataque de Bengasi en Libia que dejó cuatro estadounidenses muertos, incluido el embajador.

Más recientemente ha sido muy criticada por utilizar un servidor privado para gestionar sus correos electrónicos cuando era secretaria de estado. El FBI ha investigado el asunto, pero hasta ahora no ha encontrado ninguna actividad delictiva.

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