Industria lechera mexicana en alto riesgo ante TLCAN

Dinero
/ 11 junio 2018

'Es necesario que el Gobierno de la República dé prioridad al impulso productivo nacional' dijo González Muños, presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche

Zacatecas, Zac. Es importante recuperar la soberanía agroalimentaria del país y evitar que se sigan importando productos en los que México puede ser autosuficiente, ya que en la actualidad, se calcula que 4 mil 900 millones de litros de leche que se importan anualmente “es producto adulterado”.

Denunció Álvaro González Muñoz, presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, quien al respecto planteó este domingo que “pediremos al nuevo gobierno que nos invite a participar en acciones encaminadas a cancelar importaciones de leche en polvo y derivados lácteos, y nosotros responderemos en la medida de nuestras posibilidades”.

González Muñoz, planteó a través de un comunicado de prensa, que “hoy más que nunca el gobierno federal debiera estar preocupado y ocupado en la preparación de un proyecto de desarrollo de la producción e industrialización lechera”.

Sólo así, será posible dijo, beneficiar a los consumidores de lácteos en todo el país y a los productores, “en el marco de una estrategia viable, frente a decisiones del gobierno de Estados Unidos de posponer negociaciones del Tratado de Libre Comercio e imponer aranceles al acero y aluminio”.

“Antes del TLCAN, el consumo de leche por los mexicanos, incluidas importaciones, era de 21 litros por persona al año. Hoy son 50.9 litros por persona/ año, no obstante el incremento de la población”.

Esto significa refiere González Muñoz, que en la actualidad se importa el 53 por ciento de los 11 mil 807 millones de litros que se produjeron en el año 2017, lo que representa que se importaron 6 mil 292 millones de litros “para completar la demanda nacional”.

De este volumen “sólo mil 362 millones de litros fueron leche, mientras que 4 mil 900 millones fueron productos adulterados”, acusó el líder del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, “con toda la anuencia de las instituciones gubernamentales”.

En este sentido, señaló el dirigente, el gobierno mexicano hasta ahora ha hecho caso omiso de la definición que dan organizaciones tan importantes como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), sobre lo que es la leche: “la secreción de las glándulas mamarias de los mamíferos”, y así está considerada en la Norma Oficial Mexicana.

“Es necesario que el Gobierno de la República dé prioridad al impulso productivo nacional, con la mira de cancelar importaciones y atender el mercado interno con un producto que es de mejor calidad que la leche en polvo que se importa”.

Además alertó González Muños, es urgente implementar acciones al respecto, y evitar “que no nos agarren con los dedos en la puerta, una vez que el gobierno de Estados Unidos decida encarecer su producto o decidir la suspensión de compras mexicanas de leche en polvo”.

México tiene actualmente una enorme dependencia que pone en riesgo el abastecimiento de un alimento indispensable para el desarrollo físico y mental de los mexicanos, “y si el próximo gobierno no cambia el rumbo, (persistirán) los riesgos que ello implica, como imposición de precios, fuga de divisas, costos crecientes de importación, pérdida de productividad que tanto esfuerzo e inversión ha demandado para el incremento de la producción y productividad”.

“La propuesta de los pequeños y medianos productores de leche al próximo presidente de México, es esencialmente nacionalista, por considerar que no queremos seguir teniendo trato de braceros en nuestro propio país”.

Lo que se busca “es revertir los daños de las crecientes las importaciones, mismas que pasaron de 645 millones de dólares en 1993, a 1 mil 750 millones en 2017. Esto es un aumento de 165 por ciento, lo que explica el freno en el aumento de la producción nacional que en el mismo periodo tuvo un crecimiento del 35 por ciento, muy por abajo respecto de años anteriores, con más del 7 por ciento anual de crecimiento promedio, antes de la entrada en vigor de los acuerdos comerciales”.

“Dicho sea de paso, los once acuerdos internacionales que ha firmado nuestro gobierno, antes del TPP (Trans Pacific Partnership), por lo menos para el sector lechero, han sido nefastos, porque ni nos permitieron ser competitivos y sí vinieron a México a ganar una competencia desigual, que en poco ha beneficiado a los consumidores y menos a nuestros productores”, concluyó González Muñoz.

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